10 de enero de 2010

Un Mango para Barack Obama

Querido Barack Obama, no tengo el placer de conocerle, ni usted tampoco tiene el placer de conocerme, pero, a pesar de que es usted el presidente de EE.UU., me atrevo a escribirle y decirle algunas cosas que creo que un Premio Nobel de la Paz, como es usted, no debería permtir ni tolerar.
Le cuento: el otro día acompañé a un joven mercedario dominicano a solicitar una visa para poder entrar en Puerto Rico (Isla dependiente de EE.UU.) para asistir y participar en unos Ejercicios Espirituales. Y allá que empezamos a realizar toda la cantidad de pasos que hay que hacer para solicitar una entrevista en el Consulado de su país aquí en República Dominicana: primero, ir al banco a pagar 592 pesos (casi 12 €) para que te den un nº clave y puedas llamar por teléfono al Consulado; a continuación tienes que llamar y una señorita te suelta un discurso, que ni ella entiende; después te piden rellenar un formulario en el que te preguntan cosas tan absurdas como si eres terrorista o si quieres atentar contra el Presidente de USA. -pero qué ridículos-; además te piden varias fotos, un justificante del motivo de tu viaje a EE.UU.... y finalmente vuelves a pagar (¡qué sorpresa!) 4.847 pesos (aprox. 96 €). Y todo para que te concedan una entrevista con un funcionario de la Embajada de los EE.UU. ¿Cuánto valdrá una entrevista con usted, señor Presidente?
Después de varios días de gestiones, llegó el día esperado para mi compañero y hermano mercedario. Nos citaron a las 6:30 de la mañana. Y allí que vamos los dos, hasta que en la misma puerta de la Embajada me dicen que yo no puedo entrar. Me fui para casa y allí esperé la resolución del caso. Después de 3 horas apareció mi compañero con un papel en el que decían que no le admitían entrar en su país, señor Presidente, porque no garantizaba nadie que mi compañero fuera realmente a eso que decía y que el papel que habíamos hecho no tenía credibilidad. La sensación con la que nos quedamos es que lo hacen al azar, según el estado de humor del funcionario o si le cae simpático o no el solicitante, porque luego hemos verificado que en igualdad de circunstancias, o similares, sí han concedido visados a otras personas.
¡Qué cinismo! Además en el papel nos dicen que la decisión no admite reclamación alguna y que si quieres solicitar la Visa debes empezar de nuevo todo el proceso, pagando todo el dinero anterior otra vez.
Y todo eso me provoca varias preguntas: ¿Acaso hay ciudadanos de primera y de segunda, porque a mí que soy ciudadano europeo nadie me pide nada? ¿Es que alguien por ser de un país más subdesarrollado tiene menos derecho a moverse por el mundo? ¿Es que por el hecho de ser negro ya eres sospechoso? (le recuerdo que usted también tiene la piel tostada) ¿Es que no recuerda que sus antepasados fueron también inmigrantes en los Estados Unidos de América? ¿Es que no se da usted cuenta que si no fuera porque en aquel entonces les admitieron a ellos ahora se ha convertido en presidente de USA?
Y la última cuestión: ¿Qué clase de Premio Nobel de la Paz puede permitir esta injusticia? -Seguro que usted no conoce a mi hermano y compañero mercedario, pero le aseguro que no le va a asesinar y probablemente él tiene más derecho a recibir el Premio Nobel que usted.
Disculpe que le moleste con estas tonterías, pero en este momento sólo me sale una expresión: ¡Malditos gringos!
Fdo.: Un "amigo íntimo" de los EE.UU.

2 comentarios:

  1. Hola Santi. Hola Todos.
    Comparto TOTALMENTE tu indignación, VUESTRA INDIGNACIÓN. Lo lees desde aquí, desde el "primer mundo", y parece increible. Y como bien dices, encima, "Premio nobel de la paz" (pero paz con minusculas) porque es una palabra demasiada grande para él para usarla con mayusculas.
    Es una verguenza que ese señor represente a los humanos que queremos la Paz.
    Animo.

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  2. Hola Santi, creo que tienes razón, no debería haber diferencias entre las personas, sea la raza que sea o el estatus en que se encuentre, pero probablemente el Sr. Obama no se entere de muchas de estas injusticias, yo por ahora me conformo con que no sea un guerrillero, como el anterior presidente. En todas partes hay injusticias, estoy segura de que en España también las hay, y dentro de todos los Organismos tanto públicos como privados, estatales como eclesiásticos, porque en todas partes siempre hay alguna oveja negra que disfruta haciendo daño a los demás. Cuídate, un abrazo. La Emiliana.

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