En el evangelio de este domingo Jesús nos invita a ir de dos en dos, anunciando la Buena Noticia.
Una vez más queda claro que no podemos ir solos, que nos necesitamos unos a otros, que la fe es algo que debe vivirse en comunidad.
Y cuando se anuncia el evangelio es aún más importante, porque no siempre es fácil hablar de Dios en nuestro mundo, donde nos encontramos con situaciones y personas adversas a la fe. Por eso, el ir acompañados nos da fuerza, seguridad y entusiasmo.
Puede parecer una tontería el hecho de ir de dos en dos, pero en el fondo hay una catequesis preciosa de Jesús, que nos recuerda que debemos vivir en comunidad, que siendo al menos dos, siempre llegaremos más lejos.
Nuestra tentación en muchas ocasiones es la de trabajar y evangelizar individualmente y hacer "la guerra" por nuestra cuenta, pero esa es una gran equivocación.
Vivamos y valoremos la oportunidad y la suerte de sentirnos rodeados -bien rodeados- de hermanos, de hermanas, que sienten, peinsan y creen lo mismo que nosotros.
Por cierto, ¿se habían fijado que a la palabra "dos" con solo añadirle una "i" podemos formar la palabra "D(i)os"?
Pues nada, si vamos de dos en dos, aseguramos la presencia de D(i)os.
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