18 de abril de 2014
Viernes Santo: Señor, hoy te vi en la basura
Hoy, Viernes Santo, las calles de la ciudad estaban desiertas, no veías a nadie, casi no había carros circulando, se respiraba silencio y paz...
Tan solo vi a un señor, sucio, desarreglado, despeinado, con la ropa desgastada y rota, que llevaba una funda de plástico cargada en sus hombros... En un momento de su andadura observé que se paraba y en un cubo grande de basura adentraba primero su cabeza, luego sus brazos y finalmente casi todo su cuerpo hasta la cintura. Sin ninguna duda estaba buscando algo: ¿comida? ¿ropa? ¿algo de valor para venderlo?...
Y descubrí que ahí estaba Dios, en ese basurero, en ese hombre que buscaba algo para poder sobrevivir. Y estábamos también cada uno de nosotros buscándote, como ese hombre, Señor. Porque tú no habitas en los palacios, tú estás en las casas de los pobres; tú no vas adornado de joyas y ropa cara, tú vistes de forma sencilla; tú no necesitas muchas cosas para el camino, tú te despojas de todo; tú no participas de grandes banquetes, tú te sientas a comer en una mesa humilde...
Hoy vamos a las iglesias a vivir tu Pasión y tu Muerte, también salimos a las calles para "procesionar contigo" y quizá Tú no estés ahí, porque estás en los basureros, a las afueras de la ciudad, donde viven los ignorantes, los pobres, los enfermos, los que huelen mal, los que no saben leer ni escribir, los que no tienen trabajo...
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