Durante algunos años hemos compartido y trabajado juntos en tres campos que a ambos nos apasionan: la juventud, la fe y la música. Y, además, hemos tenido la suerte de poder unir esos tres campos.
Y quiero escribirte (y, de paso, mandarte un mango fresquito), porque en los pocos días que llevo por aquí he podido comprobar algo: la gente de estas tierras vibra con la música y son capaces de unirla con la fe y expresar su oración con ritmo y melodía.
Y eso me ayuda a mí también a vivir mejor la Eucaristía: es imposible quedarse quieto en una celebración y no seguir con el pie o con las manos el ritmo de lo que se canta, es complicado no dar palmas cuando toda la asamblea da palmas con un canto, es difícil no aprender una canción cuando toda la parroquia canta y te envuelve su melodía.
Lo más increíble es que ninguna misa dominical se queda sin coro, pero todavía más increíble es que la mayoría de los coros están formados por jóvenes.Es verdad que a veces hay algún desafine, que no todos los cantos son los más apropiados en cada momento, pero eso Dios lo sabe perdonar, tú lo sabes bien.
Y en todos esos coros te veo a ti, con tu guitarra, con tu atril, con tus partituras y con tus nervios para que todo salga bien. Y te imagino dirigiendo a los niños y niñas, a los jóvenes que quieren hablar a Dios con acordes.
Me gustaría que tú también pudieras tener esta misma experiencia aquí, estoy seguro que te enriquecería muchísimo y te emocionaría, como me emociona a mí.
Querida Mati, hay un salmo que dice: "Para ti es mi música, Señor"; y eso es lo que te deseo, que sigas regalando tu música a Dios.
Fdo.: Un músico dominicano.
Pdta.: Vete enseñando cuanto antes a José a tocar la flauta para que nos acompañe en el próximo disco.
saanti!
ResponderEliminarno sabes lo mucho que te echamos de menos por madrid!! enfin, cuando tu nos digas te vamos a visitar, lo sabes! lo estamos deseando!
aver cuando nos dedicas una cartita a los de cervellón, majo :)
un beso muy fuerte!
Adèle y Léo
Muchas gracias. Es un ORGULLO que me y nos dediques un mango a estos "coristas" de Ferrol. Y tienes razón, ¡cuánto daría yo por poder compartir esa experiencia, ahí!. Sólo pensando en ti,imaginando tu día a día, adivinando tus composiciones con tanta inspiración "real", oyéndote tocar el saxo con esos jóvenes... se alegra mi espíritu y disfruto y me contagio. Y sigo dando gracias a Dios por ti. GRACIAS.Un beso.
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