Por si alguien luego no puede leerlo, aquí os dejo lo que aparecerá en dicha revista:
Estoy en el aire, sí, sí, en el aire, subido en un avión a más de 10.000 metros de altura, camino de vuelta a Santo Domingo, a reencontrarme con mi comunidad mercedaria, con la gente de nuestra Parroquia Ntra. Sra. de Guadalupe, con “El Corito Chichigua”, el “Grupo 5,13” y los niños limpiabotas de nuestra Fundación La Merced. Por mi ventanilla veo el cielo, salpicado de nubes, y con la mirada perdida en el horizonte, vienen a mí recuerdos de las actividades solidarias que en favor de los niños limpiabotas de Santo Domingo se han organizado en Herencia, mi pueblo.
A mi mente y a mi corazón vienen muchos rostros, de pequeños, jóvenes y adultos, que han querido poner en práctica lo que decía el lema de toda esta Campaña: “En esta Navidad regalamos sonrisas”.
El Mercadillo Solidario Artesanal sirvió para que todas aquellas personas que tenían gran creatividad en sus manos llevaran lo que sabían hacer para venderlo y recoger fondos para los limpiabotas. Las Visitas Guiadas a los dos templos principales de la localidad fueron una bonita forma de conocer mejor los monumentos artísticos del pueblo y aportar un donativo a los niños de Santo Domingo. Las niñas y jóvenes de los Grupos de Danza nos regalaron ritmo y alegría para despertar en nosotros un gesto de solidaridad. La Chocolatada del Día de Reyes nos brindó la oportunidad de llenar nuestro estómago, al mismo tiempo que llenábamos también el estómago de los niños limpiabotas. El Grupo de Teatro, los Mayos, la Asociación Amuarhe, el Grupo de Escritura Creativa y los Bailes de Mayores nos alegraron la tarde y nos invitaron a dar nuestros ahorrillos a una buena causa. Los niños y jóvenes corrieron la Milla Solidaria haciéndonos descubrir que cada zancada que daban servía para ofrecer un futuro mejor a los niños de Santo Domingo. Algunos Comercios hicieron Porras Solidarias donde sorteaban algunos de sus productos. Los Jóvenes se echaron a la calle y se pusieron a limpiar zapatos para sentir y vivir lo mismo que viven cada día los limpiabotas y, a cambio, recibir una propina que tenía un destino solidario. Un Grupo de Músicos llenaron de acordes la Plaza del pueblo y ofrecieron una nueva melodía a los niños de nuestra Fundación. Hubo quien también salió a la calle a pedir el Aguinaldo y cantar villancicos que nos recordaban que el Niño- Dios estaba naciendo en Herencia y en Santo Domingo. Con las Galletas Creativas y el reparto de Habichuelas con Dulce pudimos saborear la auténtica solidaridad. El Club de Lectura hizo que volara nuestra imaginación, mediante Cuentos que nos transportaban a otra realidad y nos acercaban a conocer mejor la situación de pobreza de los niños limpiabotas.
En esta Navidad, Herencia ha querido soñar. Soñar con un mundo más justo, más libre y mejor. Un sueño que tenía como protagonistas a los niños limpiabotas de nuestra Fundación La Merced. Un sueño que partía de Herencia y tenía como destino Santo Domingo. No podemos pedir más.
Mi avión está ya a punto de aterrizar y en pocas horas podré decir a nuestros niños limpiabotas que a casi 7.000 Kms. de sus casas hay un pueblo, Herencia, que rebosa generosidad y cariño hacia ellos.
¡Gracias, Herencia, por regalar sonrisas!
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