14 de mayo de 2013
Las jóvenes embarazadas molestan al Sistema Educativo Dominicano
Ya lo he dicho en otras ocasiones, pero en este país hay tres turnos de estudio en las escuelas, colegios y bachilleratos: el de la mañana, el de la tarde y el de la noche.
El de la mañana y la tarde suele responder al reparto equitativo de estudiantes, aunque considero que son horas insuficientes (en cada uno de los turnos) para recibir una educación digna y de calidad, pero bueno, eso es otro tema.
El problema mayor lo veo en el de la noche, donde se congregan los "indeseables" (y perdonen la expresión, pero responde a la realidad). Al nocturno van aquellos que son pésimos estudiantes, que el sistema ya no sabe qué hacer con ellos, que han fracasado en su itinerario educativo, que tienen serios problemas de conducta, o aquellas muchachas que han quedado embarazadas.
Y quiero fijarme en éstas últimas, chicas que a temprana edad (13, 14, 15 años...) han quedado embarazadas y se les niega la posibilidad de tener una educación digna, porque en un momento de su vida han cometido un error y no han tomado las precauciones para no quedarse embarazadas. En muchos de esos casos, las muchachas son buenas estudiantes que se han dejado llevar por la libido en un momento determinado. Yo no voy a justificarlas, pero sí creo que un sistema educativo no puede ser tan discriminativo y debe buscar otras soluciones más integradoras y menos perjudiciales para la mujer. A ellas se les aparta de los turnos de mañana y de tarde porque no dan buena imagen y son un mal ejemplo para sus compañeros. Y sin embargo al que va a ser el papá de la criatura no se le manda al nocturno. ¿Acaso eso es machismo? -lo es.
Vivimos en una sociedad hipócrita que continuamente incita al sexo de usar y tirar, a disfrutar de la vida y todos sus placeres, a presentar que la mujer ideal es la que tiene más hombres persiguiéndola, pero que al mismo tiempo aísla y aparta a aquellas que se han quedado embarazadas, siendo muy jóvenes, y que, con gran madurez, deciden seguir adelante con la vida que se está gestando en su interior.
Yo sé que este escrito no va a cambiar nada el sistema educativo dominicano a ese respecto, pero al menos, podemos ser un poco más conscientes de que ese tipo de medidas no ayudan a la muchacha que espera un bebé.
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