Un mango para Koldo

Querido Koldo:

Hoy es domingo, por la noche, y, al hacer un poco de revisión de lo que ha sido el día y la semana en general, hay una idea que me ronda la cabeza, y es qué imagen tiene la gente de nuestra parroquia sobre Dios. Y te cuento esto porque me han ocurrido varias cosas en estos días que me han dejado algo sorprendido:

- Una mamá me pidió que le bendijera el pendiente que le habían regalado a su niña, y eso le podía traer suerte...

- Una señora me dijo que le bendijera una botella de agua para que, cuando tuviera dolor de estómago, pudiera tomarla y eso le sanara...
- Un señor me dijo que se le había aparecido Jesús en sueños y le había revelado algunas cosas importantes...
Te cuento todo esto porque creo que la idea que tienen de Dios es algo equivocada y que a veces manipulamos a Dios a nuestro antojo y vamos formando una idea de Dios según nuestras necesidades, nuestra forma de pensar o nuestros problemas. Y Dios no es así.
A esa niña no le va a ir mejor en la vida porque el pendiente lo tenga bendecido, Dios no va a curar el dolor de estómago porque te tomes esa agua bendecida y no otra, Él no se nos aparece en sueños y nos cuenta cosas fantásticas, no.
Él se hace presente en los niños que andan descalzos por la calle, en las familias que tienen que hacer equilibrios para llegar a fin de mes, en el joven que se juega la vida en cayuco para llegar a Puerto Rico buscando un futuro mejor, en la abuelita enferma que no tiene para medicinas... Ahí sí que está Dios.
Y descubro que esas personas sí que han sido bendecidas por Dios, que son reflejo de su rostro, y que no necesitan agua bendita, ni bendiciones especiales, porque Dios está con ellos, porque Dios está en ellos.

Hoy que hemos celebrado a Jesucristo, Rey del Universo, he estado pensando que a veces lo que celebramos es a Jesucristo, Mago del Universo, porque pretendemos que Él con su barita mágica nos dé suerte en la vida, nos cure el dolor de estómago y arregle todos "nuestros problemitas".

Y esta idea de Dios, ¿verdad, Koldo?, no sólo existe aquí, en el llamado tercer mundo, sino que también en el primer mundo se tiene una idea mágica de Dios, cuando le pedimos que aprobemos un examen, cuando le rogamos para que nos toque la lotería. Al fin y al cabo, los seres humanos no somos tan distintos, aquí y allí.

Pero no quiero decir con todo esto que no le pidamos a Dios las cosas, que no le contemos nuestras preocupaciones, no, no digo eso... Digo que, al mismo tiempo que le pedimos las cosas, nosotros estemos haciendo algo por solucionar aquello que nos preocupa. Él ya nos ha dado las herramientas necesarias para cambiar el mundo, ahora nos toca a nostros saber utilizarlas bien.

Bueno, Koldo, me despido de ti; ánimo en la tarea de evangelizar, porque tú ahí también tienes que evangelizar tanto o más que nosotros aquí.

Da recuerdos a la comunidad, Orencio, Arsenio y Mario, y sigue cuidando de las ovejas (y algún que otro cabrito) que se te han encomendado. Y como sé que te gusta la fruta, disfruta de este mango que te mando.

Fdo.: Santi, el único fraile que te ha obedecido, siendo tú superior.