29 de junio de 2013

Excusas y frenos


En el evangelio de este domingo, Jesús llama a tres personas a seguirle, pero todas ellas encuentran algún impedimento o excusa para seguir al Maestro: uno se preocupa por el lugar donde va a dormir, otro quiere ir a enterrar a su padre, y el otro debe despedirse primero de su familia.
Tres frenos que probablemente hizo que aquellas tres personas no le siguieran a Jesús.
Lo que les pide el Señor, en el fondo, es que sean valientes y arriesgados y que si quieren estar con Él deben dejar otras cuestiones.
Hoy Jesús sigue llamando, nos sigue llamando, y también nosotros encontramos excusas, razones para mirar hacia otro lado o seguirle a medias.
¿Cuáles son nuestros frenos? –Muchos.
A continuación les detallo alguna de las excusas y frenos que hoy hacen que muchas personas no sigan a Jesús. Algunas las decimos tal cual, y otras, las decimos con palabras similares:
  • -       No tengo tiempo.
  • -       La Iglesia está anticuada.
  • -       Llego cansado del trabajo.
  • -       Mucha gente de la Iglesia es incoherente: dicen una cosa y hacen otra.
  • -       Las Misas son siempre igual de monótonas y aburridas.
  • -       Los curas siempre cuentan el mismo rollo y no paran de hablar.
  • -       Tengo otras cosas que hacer.
  • -      
¿Yo también me dejo llevar por estas excusas?

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