En el evangelio de
este domingo, Jesús llama a tres personas a seguirle, pero todas ellas
encuentran algún impedimento o excusa para seguir al Maestro: uno se preocupa
por el lugar donde va a dormir, otro quiere ir a enterrar a su padre, y el otro
debe despedirse primero de su familia.
Tres frenos
que probablemente hizo que aquellas tres personas no le siguieran a Jesús.
Lo que les
pide el Señor, en el fondo, es que sean valientes y arriesgados y que si
quieren estar con Él deben dejar otras cuestiones.
Hoy Jesús
sigue llamando, nos sigue llamando, y también nosotros encontramos excusas,
razones para mirar hacia otro lado o seguirle a medias.
¿Cuáles son
nuestros frenos? –Muchos.
A
continuación les detallo alguna de las excusas y frenos que hoy hacen que
muchas personas no sigan a Jesús. Algunas las decimos tal cual, y otras, las
decimos con palabras similares:
- - No tengo tiempo.
- - La Iglesia está anticuada.
- - Llego cansado del trabajo.
- - Mucha gente de la Iglesia es incoherente: dicen una cosa y hacen otra.
- - Las Misas son siempre igual de monótonas y aburridas.
- - Los curas siempre cuentan el mismo rollo y no paran de hablar.
- - Tengo otras cosas que hacer.
- - …
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