No puede más
el que más puede, sino el que más puede servir. No es más poderoso el que manda,
da órdenes y se aprovecha de los otros, sino el que se humilla y está pendiente
de los demás. Voy a poner unos ejemplos sencillos del día a día, que nos
ilustran y actualizan las palabras de Jesús en este domingo:
- No
es más poderoso el político de turno que roba a los ciudadanos y pone leyes que
le benefician sólo a él.
- No
es más poderoso el empresario que explota a sus trabajadores, pone horarios inhumanos
y paga sueldos ridículos.
- No
es más poderoso el traficante de droga que “envenena” a los más jóvenes y los “engancha”
para enriquecerse él.
- No
es más poderoso el padre de familia que maltrata a su esposa y utiliza la violencia
con ella.
- No
es más poderoso el que en su trabajo no hace nada, sólo vive del cuento y carga
su propio trabajo a sus compañeros.
- No
es más poderoso el sacerdote que en su parroquia no dialoga con los fieles y sólo
busca imponer sus normas.
- No
es más poderoso el profesor que educa a sus alumnos a base de golpes, boches y
burlas.
- No
es más poderoso el vecino que pone las bocinas a todo volumen sin respetar a
los demás.
- No
es más poderoso el que maneja su jeepeta grande y lujosa con autosuficiencia,
mirando por encima a los demás y manejando a toda velocidad.
- No
es más poderoso el que tiene un sueldo botella y no acude jamás a su trabajo.
Si tú, hermano o hermana, te estás comportando así,
ya sabes que te equivocas de camino. Recuerda que es mucho mejor servir que ser
servido.
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