Por ejemplo debería haber una "Feria de la Escuela", donde se promueva tener mayor calidad educativa, en donde los muchachos no tengan que estar en una escuela donde el suelo es de tierra, el techo tiene abundantes goteras y los profesores tengan más faltas de ortografía que los alumnos; se podría organizar también una "Feria de la Dignidad", para hacer que los profesores (los que lo merezcan, claro) reciban sueldos dignos; también podría organizarse una "Feria de la Honestidad", donde el Gobierno no malgaste el dinero para Educación en otras cuestiones; quizá vendría bien una "Feria de la Niñez", para que en lugar de estar muchos niños por las calles sacando brillo a zapatos ajenos, vendiendo fruta o limpiando vidrios (parabrisas), pudieran tener una oportunidad para jugar e ir a la escuela. Se me ocurre que se debería organizar una "Feria de la Limpieza" en donde se fomente el orden y la limpieza y no ocurra como yo he visto en esta Feria del Libro: contenedores llenos de basura que nadie recoge. Y lo más curioso es que a 10 metros estaban repartiendo brochures con el siguiente slogan: "Reclicla, Reduce, Reusa".
De verdad, que no quiero reprochar absolutamente nada a los organizadores de la Feria del Libro. Creo que en su conjunto está bien ideada, y tiene una oferta sugerente. Pero, sinceramente de qué sirve dicha Feria si no va acompañada de "otras Ferias" también importantes.
Es bonito ver cada día cantidad de escolares paseando por la Feria, parando en cada puesto y ojeando libros. Pero la gran mayoría de ellos en sus casas sus papás no disponen de dinero suficiente para comprarles un buen libro, porque primero tienen que pensar en comer, evidentemente. Además, muchos de estos niños y niñas que pasean a diario por la Feria no disponen en sus escuelas de una biblioteca mínimamente equipada para responder a las necesidades de sus alumnos.
Voy a poner un ejemplo claro y rotundo: al lado de nuestra Parroquia hay un edificio que llaman "Biblioteca" y si pasas allí ves de todo menos libros. ¡Qué curioso! ¿Será que cuando hicieron el edificio se quedaron sin recursos económicos y no les dio el presupuesto para comprar los libros? ¿Será que lo que interesa es la fachada, el título y lo de dentro no le importa a nadie? ¿Será que el concepto de biblioteca que tienen nuestros políticos es distinto al que tenemos el resto de los ciudadanos? -Desconozco la respuesta a estos interrogantes, pero lo que está claro es que hay una biblioteca -así llamada- vacía de libros.
No quisiera pensar mal, pero tal vez esta Feria del Libro en el fondo tenga mucho de Feria y poco de Libro. Mucho paseo, mucho entretenimiento, mucho regalito, muchos brochures, muchos marca-páginas, pero luego más nada. Quizá, sin darse cuenta o con intención, están dando al pueblo lo que los romanos daban en llamar "pan y circo": comida para que la gente tenga el estómago lleno, y espectáculo para tenerlos entretenidos y distraídos.
Quizá me equivoque, pero en este país se lee poco. Ojalá y esta Feria que se repite todos los años fomente ese entusiasmo por la lectura, aunque no nos olvidemos que se deberían celebrar "otras Ferias" tan necesarias como la del Libro.
El slogan de este año de la Feria es muy bonito: "manos a los libros". ¿Escucharon bien, queridos amigos políticos? Manos a los libros, y no al dinero.
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