Te
presento dos personajes inventados, pero reales. Dos tipos, que aunque están en
mi imaginación, realmente existen: Felipe y Antonio.
Entre
ambos hay 7 diferencias como en los “Matatiempos” donde se nos dice que
encontremos las diferencias entre dos dibujos, que son prácticamente similares.
Felipe
vive en Las Caobas, trabaja en una fábrica. Tiene fama de ser muy competente en
su trabajo. Todos los días se levanta a las 5:00 de la mañana y no para de
faenar. Cuando sale a la calle siempre saluda a sus vecinos y les pregunta a
ellos cómo les va la vida. A la hora de comer suele sentarse con algunos amigos
y compartir lo que cada uno lleva. Felipe tiene 5 hijos y todos sus esfuerzos van
encaminados a que ellos puedan crecer con salud y una buena educación. Cada día
al volver a su casa se sienta junto a su esposa y le pregunta cómo le fue el
día. A pesar de llegar cansado del trabajo, todos los jueves hace lo posible
por acercarse a la Misa y participar en su grupo porque eso le acerca más a
Dios y le ayuda a ser mejor persona.
Y
todo esto lo hace porque piensa en todos, menos en sí mismo.
Antonio vive
en Las Caobas, trabaja en una fábrica. Tiene fama de ser un incompetente en su
trabajo. Todos los días se levanta tarde y nunca llega a tiempo a su lugar de
trabajo. Cuando sale a la calle siempre anda criticando a los vecinos y les
mira mal. A la hora de comer se sienta solo, porque le molesta que sus
compañeros a veces le pidan algo de comida. Antonio tiene 5 hijos y jamás se ha
preocupado de cómo van en la escuela o si se han puesto enfermos nunca les ha
acompañado al médico (eso es cosa de mujeres, dice él). Cada día al volver a su
casa pasa primero por el Colmado a beber y gastarse lo poco que ha ganado.
Aunque su esposa lo invita constantemente a la Iglesia, él prefiere no ir,
porque le parece una pérdida de tiempo.
Y
todo esto lo hace porque sólo piensa en sí mismo
¿Encontraste las 7
diferencias? Si lo has conseguido probablemente es porque has entendido el
Evangelio de este domingo. Enhorabuena.
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