Por eso, meto en cuarentena a Marta Heredia para que durante un tiempo no haga tonterías ni busque ganar dinerito fácil con el contrabando de droga
27 de febrero de 2013
Meto en cuarentena a Marta Heredia
Por eso, meto en cuarentena a Marta Heredia para que durante un tiempo no haga tonterías ni busque ganar dinerito fácil con el contrabando de droga
25 de febrero de 2013
Confía y cree
El Grupo 5,13 ya tiene aquí su nueva canción. Estamos en el AÑO DE LA FE. Y como no podía ser de otra manera hemos hecho una canción que habla precisamente de eso, de la fe.
"Confía y cree" es nuestro nuevo tema. Una bachata mezclada con flamenco que no les dejará indiferentes.
Por cierto, tienen licencia para cantarla y bailarla...
Disfruten...
22 de febrero de 2013
Viendo visiones
Viendo visiones, hermanos, se quedaron los 3
discípulos que subieron con Jesús al Monte y escucharon las palabras que
provenían del cielo diciendo que Jesús era el Hijo amado de Dios, el
predilecto.
Ellos vivieron una experiencia única e
irrepetible, tanto que no querían bajar del monte.
Pero no fue la única vez que vieron
visiones y cosas extraordinarias. Cuando Jesús dice las bienaventuranzas vieron
visiones, cuando Jesús curó al ciego, expulsó demonios o resucitó muertos, sus
discípulos también vieron visiones.
Me imagino que para ellos el estar al
lado de Jesús y ver las cosas extraordinarias que decía y hacía era ver
visiones.
Pero también nosotros vemos visiones.
Claro que sí. Miren, cada vez que una familia pobre recibe la ayuda de unos
vecinos, vemos visiones. Cada vez que un niño que trabaja consigue salir de esa
situación e ir a la escuela, vemos visiones. O cuando alguien que tenía una
enfermedad difícil de curar y se sana, también vemos visiones. Cuando un
político no piensa sólo en sí mismo y ayuda desinteresadamente a la gente,
vemos visiones. Y cada vez que un muchacho o una muchacha deciden dejarlo todo
y seguir a Jesús a través del sacerdocio o la Vida Religiosa, estamos viendo
visiones. Cuando un Papa decide renunciar a seguir llevando el timón de la
Iglesia para dejar que otras personas tomen ese timón (como ha ocurrido),
estamos viendo visiones…
Es bonito ver visiones y soñar, pero
les recuerdo que lo importante no es ver visiones y soñar, sino cumplir esos
sueños.
21 de febrero de 2013
Meto en cuarentena a los de la Barrick Gold
Por eso, ante la burla de esa empresa y la permisividad que el Gobierno de este país ante tal situación, meto en cuarentena a los propietarios de la Barrick Gold, para que se vayan a robar y contaminar a su propia casa.
18 de febrero de 2013
Meto en cuarentena a Hipólito Mejía y Miguel Vargas
16 de febrero de 2013
Meto en cuarentena a algunos famosos
Los meto en cuarentena a esos famosos que se aprovechan de la pobreza de otros para aumentar su riqueza.
15 de febrero de 2013
El desierto, Benedicto XVI y Jesús
En esta semana en ámbitos eclesiales y
sociales, una noticia ha reinado por encima de las demás. Dos días antes del
comienzo de la Cuaresma, Benedicto XVI anunciaba que se retiraba, para dejar
paso a otro Papa con más fuerza corporal y espiritual que guíe los destinos de
la barca de Pedro.
Y en medio de todo el revuelo que la
noticia ha provocado, nos encontramos con un nuevo tiempo de Cuaresma que nos
invita a prepararnos para vivir la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor.
Y en este 1º Domingo vemos cómo Jesús
es llevado por el Espíritu al desierto. Después de ser bautizado, necesita
encontrarse profundamente con Dios y por eso se va a la soledad y el silencio
del desierto para encontrarse cara a cara con Él, aunque también sabemos que le
vienen las tentaciones.
Curiosamente (permítanme la
comparación) Benedicto XVI también ha sido llevado por el Espíritu a tomar la
decisión de retirarse, de alejarse de las cámaras, de los protagonismos, del
poder y de las exigencias papales para encontrarse más con Dios, desde la
intimidad, silencio y retiro de un Convento de Clausura.
Creo que el mismo Espíritu que llevó
acertadamente a Jesús al desierto, ahora, acertadamente también, lleva a
Benedicto a tomar la decisión de renunciar al cargo, para “cargarse” y llenarse
más de Dios. Demuestra ser un hombre sencillo y humilde. Y eso es de valorar en
un Papa.
No sabemos si entre los muros del
Convento de Clausura, Benedicto tendrá tentaciones, como las tuvo Jesús, pero
sí que le deseamos que su retiro le ayude a seguir creciendo espiritualmente.
14 de febrero de 2013
Meto en cuarentena a algunos periodistas
En estos días con motivo de la renuncia del Papa algunos periódicos, entre los que está El País (España), aprovechan para desprestigiar la Iglesia y sacar trapos sucios, en muchas ocasiones noticias inventadas y datos manipulados.
Mientras que no sean sinceros y tengan una mínima ética profesional, que esos periodistas se queden en cuarentena.
13 de febrero de 2013
Poner en cuarentena
Y hay un término que precisamente tiene la misma raíz que la Cuaresma: cuarentena. Para los que no sepan lo que significa esta palabra les digo que es la acción de aislar o apartar a personas o animales durante un período, para evitar o limitar el riesgo de que extiendan una determinada enfermedad contagiosa.
Pues esa será la palabra clave de este blog durante estos días. Lo que haré será ir metiendo en cuarentena a todas aquellas personas, situaciones o cosas que considero que deben ser aisladas, porque pueden contagiar al resto de la sociedad.
La idea es que esto nos ayude a eliminar de nuestras vidas todo aquello que nos hace daño.
12 de febrero de 2013
Un Mango para Benedicto XVI
Y quiero mandarle un mango dulce, porque creo que el detalle de presentar su renuncia demuestra no ser una persona atada al poder y que ha visto su pontificado más como un servicio que como un privilegio. Le llegó tarde el Pontificado y se ha marchado cuando nadie se lo esperaba. Un aplauso para este hombre de 85 años que ha puesto lo mejor de sí para llevar el timón de la Iglesia.
Cuando fue elegido yo quedé algo sorprendido y diría que enfadado, porque él se había destacado durante el pontificado de Juan Pablo II por "perseguir" a aquellos que se salían de la doctrina de la Iglesia. Sin embargo, después de casi 8 años como Papa, puedo decir que ha "perseguido" otras cuestiones más necesarias de "persecución" en la Iglesia, como era la pederastia de algunos sacerdotes, se ha acercado a otras confesiones cristianas buscando el diálogo y nos ha dejado unos documentos eclesiales de gran contenido teológico y espiritual.
Creo que ha sido un hombre valiente, muy inteligente y humilde.
Ojalá y otros papas hubiesen renunciado en su momento como lo ha hecho Benedicto XVI.
Desde Santo Domingo, desde una parroquia y un barrio donde no entendemos demasiado de burocracias vaticanas, pero sí de humanidad, le envío este mango, le felicito y le agradezco su espíritu de servicio por la Iglesia.
11 de febrero de 2013
Sacerdote, sinónimo de dinero
Hoy iba andando por una de las calles de la parroquia y de repente un señor que estaba en la cera contraria por la que yo transitaba, me llama y con su mano me indica que me acerque. Un tanto desconcertado y sorprendido, porque no le conocía de nada, me acerco a él y a las dos muchachas que estaban junto a él.
Entonces comienza el diálogo:
Él: Es usted el padre, ¿verdad?".
Yo: Sí
Él: Pues deme 1.000 pesos.
Yo: Aquí no los tengo, vete a la parroquia y en Caritas presentas tu problema y te ayudan.
Él: Ven -dice él con aire burlón, dirigiéndose a las muchachas que le acompañaban-, por eso yo nunca voy a la Iglesia, porque los curas nunca dan nada.
Yo: Hermanito -le digo con el mismo aire de burla con el que él se dirigió a mí-, si para lo único que te interesa la Iglesia es para pedirle cosas, mejor no vengas. Podemos vivir sin ti.
Me despedí de ellos, y me marché.
Esa simple anécdota me hizo pensar por qué aquel señor al ver un sacerdote sólo piensa en dinero. Tal vez sea porque ven en nosotros alguien que puede ayudarles, que les da dinero de forma fácil y sin esfuerzos. Quizá ocurra porque el cura le interesa a la gente en la medida en que le ayuda y le da lo que le pide. O quizá también nosotros tenemos algo de culpa, porque muchas veces la Iglesia aparece más cerca de los ricos, del dinero y del poder.
Yo he ayudado directa o indirectamente a muchas personas que tenían verdadera necesidad, por eso la forma burlona que tuvo aquel señor de dirigirse a mí pidiéndome dinero, me enojó un tanto.
Pienso que en la Iglesia estamos para ayudar a los realmente necesitados, y no a los aprovechados e interesados que viven del cuento y no mueven ni un dedo para buscarse sus propios recursos. Y también pienso que en la Iglesia deberíamos estar a nivel general y a nivel particular más lejos de los ricos, y más cerca de los pobres.
8 de febrero de 2013
Tenemos remos
Mientras que en nuestro país se habla de que
han “pescado” a los de Barrick Gold explotando a sus empleados, engañando al
Estado y queriendo llevarse todo el oro que encuentran, nosotros, en nuestra
parroquia vamos a hablar de otro tipo de pesca. La pesca que nos presenta Jesús
en el evangelio de este domingo.
Ya sabemos que Jesús llamó a 12
discípulos, entre los que la mayoría eran pescadores. Precisamente a muchos de
ellos, Jesús los llama mientras están faenando con las redes o preparándose
para salir a pescar. Y en muchas ocasiones utiliza comparaciones del trabajo de
pescadores, para que sus discípulos entiendan mejor el mensaje. Es el caso del
evangelio de este domingo.
Él les invita a remar mar adentro.
Y para remar necesitamos mar, una
barca y unos remos. El mar es la sociedad en la que vivimos. La barca está más
o menos clara: es nuestra familia, nuestra comunidad, la parroquia, la Iglesia…
Pero a veces nos faltan los remos.
¿Cuáles son nuestros remos hoy en día? ¿Cuáles son los medios que tenemos para
remar mar adentro, echar las redes y seguir siendo pescadores de hombres?
Tenemos la Palabra de Dios, esa nunca
falla, es válida para cualquier momento de la vida y quien se acerca a ella
encuentra la verdad.
Tenemos los medios de comunicación:
periódicos, revistas, tv, radio, internet… para anunciar su evangelio y
“convencer” a otros que el único que nos salva es Jesús.
Tenemos nuestro ejemplo. Si somos
coherentes entre lo que predicamos y hacemos muchos caerán en nuestras redes.
Tenemos los sacramentos que es una
oportunidad buenísima para acercar a las personas a Dios.
Tenemos remos, pero falta quien mueva
esos remos… ¿Te animas?
6 de febrero de 2013
El hábito no hace al monje
Y en todas llego a la conclusión que "el hábito no hace al monje".
Primera experiencia: Salgo andando para la calle para ir a Misa con uno de mis hermanos de comunidad, que aún no es sacerdote. Y me dice él: "¿te importa que vaya con el hábito? es que así no tengo que llevarlo en una percha, y, al llevarlo puesto, voy más cómodo". "Haz lo que quieras" -le contesto. Durante todo el trayecto la gente nos miraba y decía: "adiós, padre", "bendiciones, padre", "buenas tardes, padre"... Ustedes pensarán que era a mí a quien saludaban, pues no. A quien se dirigían era a mi compañero al que veían vestido con el hábito mercedario y pensaban que era sacerdote. Sin embargo, nadie se fijaba en mí, porque yo iba vestido como la gente de la calle. Como ven, el hábito no hace al monje, ni, en este caso, el hábito hace al sacerdote.
Segunda experiencia: Hace poco hemos celebrado el Día de la Vida Consagrada y allí se podían ver diferentes modelos de hábito: los había blancos, marrones, azules, negros..., los había más cortos y más largos, con toca y sin toca, con escapulario y sin escapulario, con capucha y sin capucha, con crucifijo y sin crucifijo. Algunos eran lindos y otros... poco acertados estéticamente. Respeto a quien se quiere poner el hábito (yo me lo pongo en algunas ocasiones), pero quizá a veces, queríéndolo o sin querer, en la Vida Religiosa perdemos mucho tiempo en todo eso y nos olvidamos de los pobres, quienes deben ser nuestro centro de atención. Porque el hábito no hace al monje, sino que es el trabajo con los pobres el que hace al monje.
Tercera experiencia: en una celebración en que estaba dirigiendo al Corito Chichigua se me acercó una persona y me dijo: "Hola, Señor, le felicito por la labor que hace con estos niños. ¿Es usted voluntario en la Parroquia?". "No" -le dije- "yo soy uno de los sacerdotes". "Ay, perdone usted, es que como no le vi que estuviera con el alba y la estola, no imaginaba que fuera padre". El hábito no hace al monje, ni el alba al sacerdote, sino el espíritu de servicio al pueblo de Dios, y eso no se ve con ojos humanos.
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