8 de junio de 2012

Hace falta estar locos


A Jesús le acusaron de muchas cosas. Decían que andaba con prostitutas, que era amigo de pecadores, que comía en casas de ladrones y delincuentes… Y en alguna ocasión, como ocurre en el evangelio de este domingo, dicen que no está en sus cabales, que está loco. Y él ni se inmuta, se queda tranquilo, y ante tal insulto responde de forma pacífica. Quizá a Jesús le gustaba que le llamaran “loco”.

La palabra loco significa que alguien está fuera de lugar, que hace barbaridades, cosas extrañas y diferentes al resto de la sociedad, que su comportamiento es raro.

Y permítanme que les diga, pero creo que, con todos los respetos, no hay mejor forma de llamar a Jesús que diciéndole “loco” en el más estricto sentido de la palabra. Jesús está “loco”, está fuera de lugar, porque lo que dice y lo que hace se sale de la normalidad. Su comportamiento no se rige por ninguna norma, tan solo por el amor a Dios y a la humanidad.

Fíjense cuántas locuras hizo Jesús: se rodeó principalmente de pescadores, gente sin estudios, para anunciar su mensaje; desafiaba continuamente al poder político y religioso; se rodeaba de gente de mala reputación; a pesar de que saben que le quieren apresar, entra en Jerusalén y tira las mesas de los que comerciaban en el Templo; cura enfermos en el día sagrado del sábado; dice que los más felices serán los pobres, los mansos, los que pasan hambre y sed de justicia… No me digan que no hay razones para pensar que Jesús estaba loco. Era normal que sus contemporáneos pensaran así. Pero nosotros sabemos que “esa locura” era una “locura de amor” por Dios y la humanidad.

Por eso, creo que lo mejor que podrían decir de los que formamos la Iglesia en la actualidad es que estamos locos, porque si dicen eso de nosotros es porque estamos siendo fieles a ese “primer loco” al que seguimos y que se llama Jesús.

Hermanos y hermanas, qué bueno es estar loco.

3 comentarios:

  1. herenciana que busca8 de junio de 2012, 7:28

    Desde pequeños nos enseñan a hacer siempre lo correcto y a ser coherentes pero si siempre fuesemos coherentes el mundo nunca cambiaria.DIOS ESCOGIO LAS LOCURAS DEL MUNDO PARA AVERGONZAR A LOS SABIOS.

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  2. Yo si que me identifico mucho con esta lectura, específicamente con este artículo.

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