23 de agosto de 2013

La puerta estrecha

Saludos, hermanos y hermanas, soy la “puerta estrecha” de la que habla Jesús en el evangelio de este domingo. Ustedes no están acostumbrados a que una puerta hable, y se extrañarán de que en este domingo me ponga en comunicación con ustedes, pero es que llevo ya tantos años siendo la “puerta del Reino de los cielos” que me parece importante darles algunos consejos, porque son muchas personas las que se quedan fuera, porque su “gordura” no les permite entrar al Reino.
Dios me ha dado permiso para decirles algunas cosas que les pueden ser útiles para pasar a través de mí y entrar en el Reino, que sé yo que es el deseo de todos ustedes:
  • No se cansen de hacer el bien, de ayudar a los más necesitados, a los más indefensos, a los más pobres, porque ellos son los preferidos de Dios, ya lo saben.
  • Practiquen siempre la justicia, y busquen que todas las personas puedan vivir dignamente.
  • No anden con chismes y comentarios negativos sobre los demás.
  • Traten bien a sus vecinos, no les boten basura, no les pongan la música a todo volumen…
  • Sean serios y responsables en sus trabajos, cumpliendo sus horarios, respetando a los compañeros y compañeras, haciendo las cosas a tiempo.
  • Acuérdense de rezar todos los días y dedicar algo de tiempo a Dios.
  • Manejen el carro con prudencia y respetando las normas de tráfico.


Si realizan estas cosas y algunas más, podrán entrar por mí, y en lugar de ser una “puerta tan estrecha” me haré un poquito más ancha.

21 de agosto de 2013

¿Qué es el amor?


Hace unos domingos durante la homilía en la Misa uno de los jóvenes preguntó: ¿qué es el amor?
La verdad es que la pregunta no es fácil de contestar, porque cada cual entiende el amor de una manera.
Eso me ayudó a pensar y decir: "voy a buscar mi definición del amor".
Y aquí está: como músico, se me ocurre decir que el amor es como "estar en sintonía dos personas".
Si una nota suena de forma solitaria transmite muy poco, pero cuando una nota va acompañada de otras, y otras y otras, eso crea una armonía tremenda y se transmiten muchas cosas al que lo está escuchando.
Cada uno en la vida somos una nota diferente y vamos creando nuestra melodía hasta que encontramos a otra nota, a otra melodía, y esas dos melodías se van entrelazando hasta crear una preciosa armonía. Eso se puede aplicar a la vida de pareja, a la vida religiosa, a la relación entre dos amigos...
Así es, pienso que el amor es una cuestión musical.
Mangantes, les invito a decir qué es el amor para ustedes. Dejen sus comentarios...

17 de agosto de 2013

Niños de larimar


Para los mangantes que no lo sepan, el larimar es una rara variedad de roca semipreciosa, encontrada sólo en República Dominicana. Su coloración varia en una gama que contiene blanco, azul claro, azul verdoso y azul profundo, como podemos ver en la foto.
No piensen que me he hecho geólogo. No, no es el caso. Pero es que hace unos meses conocí el origen de esta piedra y me llamó mucho la atención.
Se preguntarán por qué les hablo del larimar. Lo hago porque hoy he leído el evangelio del día y decía Jesús: "dejen que los niños se acerquen a mí". Y enseguida me ha venido a la mente la imagen del larimar, esa piedra preciosa porque me parece que muchas veces los niños son como ese larimar, que contiene muchos colores bonitos, pero que es necesario descubrir. Yo acá lo veo cada día: en los niños limpiabotas de la Fundación, en los niños y niñas del Corito Chichigua, en los niños y niñas que viene a catequesis.
Es un orgullo rodearse de "joyas". Ojalá y todas esas "joyitas" no pierdan su belleza.

5 de agosto de 2013

Una llama que sigue viva, muy viva


Hace dos años, cuando estuve viviendo unos meses en nuestro pueblo, se formó una pequeña-gran revolución en torno a la labor que los mercedarios realizamos en Santo Domingo con los niños limpiabotas y otras obras sociales y evangelizadoras que allí realizamos.
De aquel fuego que calentó y sensibilizó a un pueblo entero, aún quedan rescoldos, que esperemos que no se conviertan en cenizas que se lleve el viento.
Algunas personas cuando me ven por la calle me dicen: “¿cómo andan los limpiabotas? ¿qué proyectos tenéis ahora?”.  Otros me comentan sobre el Corito Chichigua: "Sois muy famosos, ¡qué lindo cantan esos niños y niñas!" Otros me dicen: "a ver si nos reunimos y nos cuentas cosas de allí". Otros me dan dinero y ofrecen sus ahorros para que los mercedarios podamos seguir realizando esa labor de liberación allá en el Caribe especialmente con la niñez y los más desfavorecidos.
Es fácil ver algunas cajas limpiabotas en algunos establecimientos del pueblo: en la Farmacia de Mazarambroz de la Calle Grande, en la Churrería de la Mari, en la Ermita del Santo… Es fácil ir paseando por la calle y al pasar por una casa, escuchar (y aunque les parezca fantasía me ha ocurrido) las canciones del Corito Chichigua, y a la dueña de dicha casa cantando como una loca. Algunos papás también me dicen que están algo cansados ya del Corito Chichigua porque sus hijos quieren escuchar el disco a todas horas: en la casa, en el carro, por la calle... y que se saben las canciones de memoria. 
¿Es o no es un milagro que la gente de mi pueblo se sienta tan cercana a una realidad que está a más de 7.000 Kms de distancia? -Es un milagro y una bendición de Dios.
Nosotros, el que más y el que menos, hemos tenido una infancia feliz, ¿por qué los niños de Santo Domingo no pueden tenerla? De nosotros depende.
Gracias a todos los que se sensibilizan con la realidad en la que trabajamos los mercedarios en Santo Domingo. Gracias a todos los que dan sus aportaciones económicas. Gracias a todos los que tienen un corazón grande y generoso que rompe fronteras y despierta sonrisas en los más pequeños.
Que Dios les bendiga.

2 de agosto de 2013

Necios, idiotas, imbéciles, insensatos, tontos, bobos y estúpidos...



¡Qué fantástica la lección que Jesús nos da en el evangelio de este domingo!
En la vida nos gusta acumular. Queremos tener una casa para vivir, pero si es grande, mejor; si tiene todas las comodidades, mejor; si tiene jardín y piscina, mejor... Queremos tener un carro para desplazarnos, pero si es último modelo que tiene todos los complementos, mejor; si tiene el motor de mayor cilindrada, mejor; si es grande para que me vean, mejor... Queremos tener un celular para comunicarnos, pero si tiene pantalla táctil, mejor; si tiene acceso a internet, mejor; si tiene gps, mejor... Queremos tener una computadora para trabajar, pero si tiene los mejores programas, mejor; si es más rápido que una bala, mejor; y si tiene capacidad para almacenar hasta un elefante, mejor...
Nadie duda que tener una buena casa, un buen carro, un buen celular o una buena computadora nos facilita la vida y nos ayuda a vivir mejor, pero también, si no estamos atentos, todo eso puede esclavizarnos y mucho.
Pero ¡qué idiotas somos! y perdonen la expresión, pero es Jesús quien la utiliza, porque decir necio, idiota, imbécil, insensato, tonto, bobo o estúpido es lo mismo. Andamos tan preocupados de todas esas tonterías que nos olvidamos de lo que dice Jesús en el evangelio de este domingo: ¿Se lo recuerdo?
"Necio esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quien será?"
Queridos mangantes, no seamos necios, idiotas o estúpidos, pongamos el corazón y la vida en las cosas importantes: las personas, el amor, Dios, hacer el bien... y no en cuestiones pasajeras que nos dejan vacíos.