30 de diciembre de 2009

Un mango con 35 velitas para mi amigo Epi

Hola, amigo Epi, sé que hoy es un día muy especial para ti, porque tendrás que soplar 35 velitas, pero no quiero que las soples encima de una tarta, sino colocadas sobre este mango rico y sabroso que quiero que saborees.
Te lo mando, porque sé que tú tienes un arte especial para los jóvenes, adoras tu profesión educativa y, como profe de Religión, y persona de fe, podrás llegar a entender las cosas que te voy a contar, y quizá hasta te dé cierta envidia (sana, claro).

Hace unas semanas, a mi hermano Tomás y a mí nos pidieron dar un Retiro de Adviento a los jóvenes de 14 a 18 años en un Centro de Enseñanza Secundaria (Politécnico, dicen aquí) para que reflexionaran sobre la Navidad y pudieran tener una convivencia de carácter religioso que les ayudara a profundizar en su fe. Y ayudados por dos jóvenes de la Pastoral Juvenil de nuestra Parroquia: Yanna y Pabel, la dimos.
Supongo que esto no te sorprende, porque me podrías decir: eso mismo lo hacemos por aquí, más o menos. Pero la sorpresa no reside ahí, sino en el hecho de que este Centro de Enseñanza es Público, dependiente del Gobierno. ¿Te imaginas en el Instituto de tu pueblo y el mío un Retiro de Adviento? -poco menos que nos dirían que estábamos comiendo el coco y lavando el cerebro a los chavales. Pero si hasta aquí es sorprendente, más lo es si te cuento que los mismos profesores recibieron antes ese mismo Retiro.
Y podrías preguntarme: ¿y todos los chavales participaron? -Sí. ¿Y todos hablaban de Dios? -Sí. ¿Y respetaban las ideas cristianas? -Sí. ¿Y los ateos no se burlaban y reían de los que no creían? -No.
Si te soy sincero, me parecía estar en otra Galaxia, en otro Planeta.
En la Convivencia los jóvenes hablaban de su vida, de su experiencia de fe, de su relación con Dios... y me dieron auténticas lecciones de vida... y de fe.
Y al final del Retiro vivimos una experiencia totalmente ecuménica, ya que los hermanos protestantes: Evangélicos, Testigos de Jehová, Mormones... participaron en la Eucaristía y, aunque no comulgaron, sí que rezamos juntos, compartimos la fe y alabamos a Dios. Todos participaban y cantaban. Para mí fue una experiencia nueva, y te aseguro que muy gratificante y enriquecedora.
Puede parecer que estoy elevando a los jóvenes de aquí y despreciando a los de allí. No es esa mi intención, amigo Epi; yo sé que ahí hay muchos jóvenes que, a pesar de que el ambiente sea adverso, viven su fe y creen en Dios con coherencia (he estado con ellos y entre ellos durante unos cuantos años); y sé, también, que sois muchos los que os entregáis y regaláis día a día los valores del Evangelio a los muchachos. Pero sí que te digo que aquí son más receptivos y llenan más su vida de Dios.
¿Quizá a los jóvenes de ahí no les cabe Dios porque tienen llenos los bolsillos de otras cosas? ¿Quizá a los jóvenes de aquí sí les cabe Dios porque tienen los bolsillos más vacíos? -No lo sé, puede ser.
Bueno, amigo, espero que el mango te haya aprovechado y lo digieras bien. Ánimo en tu labor educativa, sé que lo haces con cariño y por vocación. Yo desde aquí intentaré investigar y preguntarle a los jóvenes dónde está el secreto para que hablen de Dios sin miedo ni vergüenza y estén orgullosos de su fe. Te prometo contarte ese secreto cuando lo sepa.
Da recuerdos a Elena, a Samuel y a Jesús. Este mango es un poco también de ellos, porque también son parte de ti.
Fdo.: Milio

23 de diciembre de 2009

Ahí os va toda una plantación de mangos...

Quiero agradecer y enviar mangos frescos y jugosos a todos los que estáis haciendo posible que las cajas- huchas de los niños limpiabotas puedan llegar a tantos sitios y eso sea una forma de recaudar dinero para estos niños que tanto lo necesitan para poder ir a la escuela, para poder comer y tener medicina.
Muchos mangos para:

- Mi tío Eugenio y mi primo Eugenio, porque han fabricado las cajas de madera y han dedicado tiempo, mucho tiempo, a dar forma a esas cajas. Y lo han hecho con gusto y estilo, con dedicación y con cariño, mucho cariño, porque tienen un corazón inmenso y generoso y son conscientes de que con pequeños detalles se puede cambiar el mundo. Gracias...

- Bea, Natalia y los alumnos del Colegio de Alarcón de las Madres Mercedarias de Madrid. Porque han dado color a las cajas, porque están dando color a las vidas de estos niños; porque han dibujado y decorado las huchas y han ayudado a dibujar una sonrisa en el rostro de estos niños limpiabotas. Con vuestro pequeño, gran esfuerzo, dáis otro color al mundo. Gracias...

- Leoncio, porque dando forma al folleto que acompaña a las huchas, das forma también a la vida de estos niños, porque elaborando la información del proyecto estás ayudando a que esto se conozca por otros lugares y se sienta esta realidad de la explotación infantil mucho más cercana. Porque siempre estás disponible y atento para regalar tu tiempo y ser libertad en nuestro mundo. Gracias...
Os envío un mango por vuestro esfuerzo, otro mango por vuestro tiempo, otro por vuestra generosidad, otro por creer en este proyecto y un último mango que os lo envían los mismos niños limpiabotas porque habéis creído en ellos y en su futuro.
Muchísimas gracias...

(En las fotos podéis ver cómo se han elaborado estas cajas- huchas y el resultado final)

Un mango para mi amigo Fran


Hola, Fran, ¿cómo está el mejor bajista de la Parroquia de Santa María de Cervellón? -Espero que bien y que puedas guardar régimen esta Navidad, porque los que pasamos de los treinta y nos acercamos a los cuarenta tenemos que cuidarnos.
Quiero mandarte un mango musical, porque en estos días en que nos acercamos a la Navidad me acuerdo mucho de todos vosotros y de las horas y horas que hemos echado en la Parroquia ensayando villancicos para cantarlos después de la Misa del Gallo y dar un miniconcierto navideño con sabor a turrón, a mazapán, a champán y a polvorones. ¡Cuánto nos hemos divertido y reído, cuánto hemos disfrutado cantando los villancicos de toda la vida y otros más modernos! Y siempre a golpe (o a golpazos) de batería, al compás del bajo, con los acordes de la guitarra, los aires del clarinete o el saxofón y las deliciosas voces que campean por Arturo Soria... Igual me olvido de alguien, pero tú me puedes ayudar a refrescar la memoria: Jesús, Lucía, Pablo, Almudena, Dani, María Fernández, Frías, Irene, María Bueno, Fátima, Juani, Tere, Laura, las novicias Concepcionistas, tú yo... y alguno que venía "emocionado" de la cena y se nos acercaba para entonar y balancear a ritmo de villancico, ¿te acuerdas, verdad?
Y te digo que me acuerdo de todas estas cosas, porque por aquí estoy viviendo una experiencia muy curiosa y que me está gustando. Es lo siguiente: durante los 3 días antes de la Navidad la gente de la Parroquia antes de las 6:00 hs. de la mañana (sí has leído bien, a las 6:00) salen de sus casas en grupo, cantando villancicos, con guitarras, panderetas, maracas, tamboras... y se reúnen en la Parroquia para celebrar la Eucaristía. Se les llama "los aguinaldos". El ambiente que se monta es increíble, no parecen esas horas de la madrugada, la gente está despierta y cantan que no veas (el más dormido con diferencia soy yo, ¡ya me gustaría que fuera a otra hora!). Al terminar la celebración se toma un chocolatito caliente y cada uno para su trabajo, para la escuela o a donde vaya. La Iglesia se llena y se vive todo en un clima de cercanía, de fiesta y de celebración.
Está siendo para mí otra forma diferente de preparar la Navidad. Te aseguro que a las 5:00 hs. de la mañana no me apetece nada levantarme y doy un par de vueltas en la cama hasta que doy el salto, pero cuando estoy en la celebración agradezco a Dios la oportunidad de estar celebrando y viviendo con esa intensidad este tiempo cercano a la Navidad.
Te invito a madrugar, a que vengas a los aguinaldos de nuestra parroquia, a cantar villancicos, a tocar el bajo o a dar palmas entorno al Belén...
Bueno, Fran, disfruta el villancico sabrosón que te envío. Lo hemos cantado muchas veces y seguro que te traerá recuerdos a ti y a todos los que preparábamos los villancicos de la Parroquia. Me hubiese gustado enviarte un villancico caribeño, pero no lo encontré.
Feliz Navidad para ti, para tu familia y para los niños, jóvenes y no tan jóvenes del Coro de la Parroquia.


20 de diciembre de 2009

Un mango con sabor navideño

...y habitó entre nosotros.

Hace unos años vi en un programa de TV de esos que gastan bromas a la gente a un señor que entró en una consulta médica y el doctor le dijo que los análisis que se había hecho estaban totalmente claros y que "estaba embarazado". El paciente estuvo unos minutos totalmente callado, después se puso colorao, amarillo, blanco..., y el doctor le repetía una y otra vez que era un fenómeno de la naturaleza muy raro, pero que a veces pasaba. Al final, el señor se atrevió a decir: "venga, hombre".
¿Por qué os cuento esto? -Porque aunque yo no soy médico sí que me atrevo a deciros a todos que estamos embarazados, sí, sí embarazados: los niños y los mayores, las mujeres y los hombres, los casados y los solteros... porque todos estamos a la espera de ese Niño-Dios que va a nacer, que quiere nacer en medio de nosotros. Y pronto vamos a dar a luz a la LUZ del MUNDO.
Con este mango quiero felicitar la Navidad a todos vosotros que leéis este blog y en pocos meses os habéis convertido en mangantes. Va dirigido a todos los que de una forma u otra compartís nuestra labor por estas tierras dominicanas.
Esta semana ya salimos de cuentas, rompamos aguas y demos a luz al Mesías. Por eso, de parte de la Comunidad Mercedaria de Santo Domingo: "FELIZ ALUMBRAMIENTO DEL HIJO DE DIOS".
(Por cierto, los niños de la postal de arriba viven cerca de nosotros, son del mismo barrio de los niños limpiabotas)

16 de diciembre de 2009

Dos mangos: uno para mi padre, otro para mi madre

Papá y mamá:
Sé que estabais esperando estos dos mangos desde hace tiempo y contabais los días y las horas pensando en qué momento os tocaría a vosotros. Y ha llegado por fin ese mango, perdón, esos dos mangos, uno para cada uno, pero para que los compartáis, como habéis compartido todo durante toda vuestra vida de matrimonio.

El motivo por el que os hago llegar estas letras es porque desde que llegué aquí he venido observando un gesto en las Eucaristías que me encanta: los matrimonios que vienen a Misa se acercan a comulgar juntos y, aunque vienen en fila como las demás personas, cuando llegan delante del sacerdote se ponen los dos juntos y reciben la Comunión unidos.
Y me ha gustado mucho ese gesto por dos motivos:
- primero, porque expresa muchas cosas: la unión, la fidelidad, el acompañamiento, el amor, la presencia de Jesús en su matrimonio...
- y segundo, porque me recuerda mucho a vosotros y refleja perfectamente lo que he visto en vosotros a lo largo de mis treinta y pico años de edad.
Con vosotros he aprendido a darme a los demás, a estar disponible a la voluntad de Dios, a poner a Jesús en mi vida... Y fruto de esa educación hoy soy lo que soy: religioso mercedario en estas tierras dominicanas, buscador de nuevas melodías que suenen a libertad, a justicia, a igualdad... Por supuesto, que no soy mejor que ningún otro hijo, ni mejor que cualquier otro sacerdote, ni mejor que cualquiera de mis hermanos mercedarios. Pero lo poco o lo mucho que soy, con mis pocas o muchas virtudes y mis pocos o muchos defectos, es gracias a vosotros que habéis querido sembrar en mí todos esos valores. Y estoy orgulloso, os lo aseguro.
Por eso, cuando los matrimonios se acercan a comulgar a nuestra parroquia y lo hacen unidos me recuerdan a vosotros que habéis apostado siempre por la familia, por el sacrificio en favor de los hijos y por el cultivo de los valores cristianos en el seno familiar.
Sabéis que cuando envío un mango va dirigido a alguna persona concreta, pero que el mensaje es para todos los que quieran saborearlo. Por eso, este doble mango quiero que lo saboreen también otras familias, otros matrimonios, y descubran que Dios puede estar entre ellos y que Jesús puede ocupar un lugar en sus casas, como lo ha estado en la mía, en la vuestra, en la nuestra.
Bueno, me despido de vosotros. Espero que estos dos mangos sacien de alguna manera el hambre de no tenerme tan cerca como quisierais. Pero sabéis que estamos muy cerca porque hay ALGUIEN que nos une y nos ha unido siempre: DIOS.
Un par de besos, con sabor a mango, claro.
De vuestro hijo Santi

14 de diciembre de 2009

Nuevo aviso para mangantes



Hace unas semanas alguien me dijo que en Televisión, en el Canal Cuatro, para ser más exactos en el programa "Callejeros Viajeros", habían echado un reportaje sobre República Dominicana. Me dijeron que podía verse en Internet en la página web de este canal.
Ayer pude ver el programa completo (dura 52 minutos) y tengo que deciros que merece la pena porque:
- refleja muy bien la realidad de esta tierra: la riqueza y la pobreza, las posibilidades y las dificultades, lo escondido y lo visible, lo agradable y lo desagradable...
- está hecho con cariño y objetividad...
- así podréis entender y ver algunas de las cosas que yo os voy contando aquí en el blog...
- y de esa forma podréis amar y querer también a esta gente, en su gran mayoría, sencilla y humilde, con pocos recursos, pero feliz, muy feliz.

El vídeo tarda algo en cargarse, pero merece la pena la espera. Pinchad aquí: República Dominicana (Callejeros Viajeros) y disfrutad de este Mango.


12 de diciembre de 2009

Un mango para mi amiga Irene

Hola, Irene, ¿qué tal andas? -Espero que muy bien, tan sonriente y alegre como siempre.
Cuando nos despedimos en Madrid, unos días ante de yo venirme a Santo Domingo, estuvimos hablando largo rato sobre las posibilidades y circunstancias que se viven en el 3º mundo. Entonces yo todavía no había estado aquí y no conocía bien cómo funcionaban las cosas en Santo Domingo. Pero ahora, después de casi dos meses de estancia en "Quisqueya" (así se llamaba la isla cuando llegó Colón), me voy dando cuenta de que no todo funciona bien, y que lo que aparece en los anuncios de las agencias de viajes sobre República Dominicana y sus playas, esconde también una realidad bien fuerte y difícil para los que aquí viven.
Y lo que quiero es enviarte un mango para hablarte de cómo anda aquí la Sanidad pública, porque yo sé que tú como enfermera te preocupas de que todos tengan las mismas posibilidades y medios sanitarios.
Te cuento algunas situaciones o circunstancias que hay aquí:
- No hay centros de salud como en España. Los únicos centros -Dispensarios médicos, les llaman aquí- que funcionan son los que ponen las parroquias u ONG´s, subvencionadas en parte por el gobierno, claro está.
- Las personas que trabajan en dichos centros (médicos, enfermeras, personal sanitario...) son voluntarios y en su gran mayoría no cobran nada.
- En esos centros se da una atención básica, vienen a ser como los médicos de cabecera que existen en España.
- Disponen de muy pocos medios, casi no hay aparatos sanitarios y cuando reciben algo lo celebran mucho porque no tienen casi nada.
- Hay algo que me parece precioso y es que la gente puede adquirir algunos medicamentos de forma gratuita allí mismo en el Dispensario, y luego, cuando esa persona ya no necesita dicho medicamento, lo devuelve para que lo puedan usar otros. Para tu información, en nuestro Dispensario, muchos medicamentos son los que se trajeron en el Contenedor el año pasado.
- Para ser atendido en un Hospital tienes que pagar, y si no no te atienden. Ya te puedes estar muriendo que no hay nada que hacer: o pagas o nada.
- Existen, como en España, algunos seguros médicos que te cubren lo básico y que tienes que ir pagando todos los meses.
Con ese panorama, imagínate qué cara se te queda cuando te dicen que tienen que operarte, o cuando tienes una enfermedad y el medicamento que lo cura existe, pero es muy caro...
Hace unos años una chica que tú y yo conocemos fue agredida cerca del metro con una navaja, la llevaron rápidamente al Hospital y en seguida recibió las atenciones necesarias, nadie se fijó en su billetera, nadie le preguntó de qué clase social era, nadie frenó la intervención hasta ver si había pagado... La atendieron con rapidez y, gracias a Dios, en unas semanas estaba en casa. Imagino a esa misma chica que le ocurra lo mismo en Santo Domingo, igual el resultado no hubiese sido el mismo.
En una película que vi no hace mucho sobre la realidad dominicana, uno de los personajes, ante la situación de impotencia en un Hospital porque no querían atender a un familiar suyo ya que no habían pagado, llega a decir: "Al menos lo básico, Dios mío, al menos lo básico"
Todo lo que te cuento, lo percibió antes que yo Juan Luis Guerra y lo reflejó en una canción con maestría e ironía. Se titula "El Niágara en bicicleta". Cuando lo vi me encantó, aunque lo que no me encanta es que desgraciadamente dice una verdad como un puño.
Bueno, Irene, espero que cada día cuando vayas a trabajar como enfermera al Hospital te acuerdes que en algún lugar del mundo -en muchos por desgracia- no pueden acceder a una Sanidad básica.
Disfruta el vídeo y saborea este mango, aunque la realidad aquí no es tan dulce como anuncian las Agencias de Viajes.
Un beso y sé buena enfermera.

11 de diciembre de 2009

Un mango para mi amiga Silvia


Hola, Silvia, ¿cómo andan las cosas por Segovia? ¿cómo andan "tus niños sabiondillos"? -Supongo que ya habrás visto nevar este año por esos pueblos por los que tú te mueves y andas todos los días enseñando a los más pequeños a caminar por la vida. Yo no creo que este año vea nevar, a no ser por la televisión.
Pues te escribo para hablarte de ellos, de los más pequeños de por ahí y de por aquí. Quería compartir contigo un mango porque al lado de nuestra casa hay una pequeña guardería y todos los días me levanto escuchando sus voces (hacen casi de despertador). Me parece increíble lo despiertos y vivos que andan a las 7:00 de la mañana; yo, al menos, no soy capaz de moverme con tanta energía a esas horas, te lo aseguro.
El caso es que llevo observando (mejor dicho: escuchando) que siempre empiezan la mañana de la misma forma: rezan a papito Dios y le piden que Él les acompañe durante ese día; luego cada niño expresa su propia oración a Dios.
Y esto me sorprende por dos motivos: primero, porque es admirable cómo tan pequeños (con dos o tres añitos) son capaces de expresar oraciones preciosas a Dios; y, segundo, porque la guardería en cuestión no la llevan ni monjas ni frailes, ni nada que se le parezca.
El que los niños elaboren tan pequeños sus propias oraciones creo que no me tenía que sorprender tanto, porque al fin y al cabo fue Jesús el que nos dijo que teníamos que hacernos como niños si queríamos entrar en el Reino de los cielos; y ellos, que son niños, saben muy bien cómo hay que hablarle a papito Dios. Pero el que en una guardería no vinculada a la Iglesia empiecen el día rezando es sorprendente, sobre todo si vienes de una sociedad como la nuestra en España donde se quitan los crucifijos de los colegios, se mira de reojo al que dice que reza o se desconfía del que dice que participa en algún grupo parroquial...
Algunos pueden responder que esto ocurre porque República Dominicana es un país poco desarrollado, anclado en el pasado y supersticioso, donde no ha entrado la Razón y el pensamiento moderno. Pero no creo yo que la señal de desarrollo de una sociedad sea la eliminación de Dios de la vida de la gente, me niego a que el avance de un pueblo se base en la negación de Dios o la persecución de los que creen en Él.
En estos pocos días que llevo por aquí he descubierto una diferencia de esta sociedad con respecto a la nuestra: aquí la gente te habla de Dios siempre, mientras que en las sociedades del tipo a la española, la mayoría de las personas sólo se acuerdan de Él cuando tienen problemas, nadie se acuerda de Santa Rita hasta que no truena -dice el refrán.
Y cuando empieza el día y les oigo cantar, jugar y aprender me acuerdo de ti y pienso: "seguro que Silvia también está cantando, jugando y enseñando a sus niños" y me hago una pregunta: ¿habrá alguna diferencia entre los niños que están contigo y los que están aquí al lado de nuestra casa? -Probablemente sí: los que estudian aquí, en su gran mayoría, van a tener menos oportunidades en la vida, y eso me da mucha rabia; pero me queda el consuelo y la certeza de que a los ojos de Dios no habrá tanta diferencia. O más bien creo que los que viven aquí tienen algo de ventaja ante papito Dios, ya que Jesús nos dijo: "Bienaventurados los pobres, porque de ellos es el Reino de los cielos".

Bueno Silvia, para despedirme de ti quisiera darte un consejito: háblales a tus niños de papito Dios y enséñales a descubrir que más allá de este mundo nuestro hay Alguien que les quiere, que les mima y les cuida, Alguien que les ha dado la vida y que los acompaña siempre.
Un beso y mucho ánimo en tu tarea educativa. Merece la pena gastarse y desgastarse por esos "enanos" que el día de mañana llevarán las riendas de nuestra sociedad. Yo por aquí seguiré aprendiendo también de mis vecinos de aproximadamente un metro de altura.
Fdo.: Santi

9 de diciembre de 2009

Un mango para mi tío Santiago

(Antes de enviar este mango, quiero explicaros que mi tío Santiago es también mercedario como yo, que está en Brasil desde hace 40 años y que allí ha estado y sigue estando dejándose la piel, dando lo mejor de sí mismo y compartiendo la fe con aquella gente. Él es en parte "culpable" de que hoy yo sea mercedario, y probablemente es también algo "culpable" de que yo esté ahora aquí en Santo Domingo)
Hola, tío, ¿cómo van las cosas por ahí por Sao Paulo?
Te escribo porque sé que sigues con mucho interés este blog y que compartes conmigo muchas de las opiniones y experiencias que aquí voy reflejando, y probablemente sólo tú puedas darme respuesta a otra situación que no llego a comprender y que me voy encontrando por estas tierras.
El tema es el siguiente: vengo observando que aquí el clero, los sacerdotes, gozamos de una situación un tanto privilegiada, y eso a veces me incomoda y me deja intranquilo. Te cuento algunas cosas:
- Si vas con clerigman (alza-cuellos) se te abren todas las puertas, todos se rinden a tus pies y poco menos que te hacen pasillo para que pases. Yo todavía no me lo he puesto (no es mi estilo), pero lo he visto en otros compañeros que eso ocurre.
- No tenemos que pagar impuestos, mientras que la gente que vive a nuestro alrededor y que tiene mucho menos poder adquisitivo tiene que rendir cuentas al Gobierno de turno, para que luego no saquen ningún beneficio.
- Te para la policía para un control rutinario, y antes de que te digan nada, les dices que eres cura, y te dejan seguir; no te chequean para nada el vehículo, mientras que al que viene detrás de ti le harán sacar todas las cosas que lleva en el maletero a punta de pistola.
- ...
No sé si eso ocurre también por ahí en Brasil o las cosas funcionan de otra manera. Quizá sea algo generalizado en toda Latinoamérica o sólo ocurre aquí. Pero sea como sea, creo que no debería ser así.
Tal vez estos sean los acuerdos que hay con el Estado dominicano y la Iglesia saca todo el beneficio que puede. O tal vez -permíteme pensar mal-, sea el Estado el que saca beneficio de esta situación, porque:
- ¿quién gestiona y crea dispensarios médicos para atender a la población? -las parroquias...
- ¿quién atiende los hospitales, los leprocomios, los psiquiátricos, maternidades...? -religiosas que emplean todo su tiempo y dan su vida por ello...
- ¿quién tiene algunos centros educativos y ofrece una educación de garantía que forme integralmente a las personas? -muchas congregaciones religiosas...
- ¿quién saca de la calle a los niños que piden, que mendigan, que vagabundean? -diferentes instituciones eclesiales...
- ¿quién da de comer diariamente a multitud de familias que no tienen nada? -la Iglesia...
- ¿quién acoge, acompaña y ayuda a regularizar su situación a todos los inmigrantes haitianos que recorren las calles de Santo Domingo? -Instituciones sin ánimo de lucro, que la mayor parte de las veces dependen de la Iglesia...
- ¿quién acoge y orienta a aquellas niñas de 13, 14 ó 15 años que se quedan embarazadas y son rechazadas por su pareja, por su familia y o su entorno? -en su gran mayoría, religiosas que calladamente realizan su tarea...
A nosotros no nos cobrarán los impuestos, no nos chuequearán el coche en los controles y tantas otras cosas más; pero, gracias a muchas personas que forman parte de la Iglesia, el Señor Gobierno engorda la hucha y se ahorra gran parte del dinero que debería invertir en educación, en sanidad y en alimentación.
Me dirás, tío, que yo esto no lo puedo cambiar de la noche a la mañana, y llevas razón; pero sí que puedo denunciarlo e ir creando conciencia de que las cosas no pueden funcionar de este modo.
A mí me avergüenza un poco que nosotros los sacerdotes saquemos beneficio de una sociedad mal estructurada, mal orientada, pero más vergüenza me da que lo que tendría que hacer el Estado lo tengamos que hacer otras instituciones y ellos no sean capaces de ayudar al pueblo, que es su obligación.
Bueno, tío, espero que tú también denuncies las situaciones de injusticia que se producen por ahí y que la Iglesia brasileña también sea un ejemplo de entrega y generosidad por los demás, como lo es la dominicana.
Da saludos a toda la comunidad, en especial a Elías.
Un abrazo como sobrino y como hermano (mercedario)
Santi

8 de diciembre de 2009

Nuestra Señora de Guadalupe

Así es: Nuestra Señora de Guadalupe, ese es el nombre de nuestra Parroquia aquí en Santo Domingo. Y para que os hagáis una idea de cómo es el edificio, el templo, etc... podéis ver las fotografías laterales que he descargado. No es ninguna maravilla de edificio, pero lo importante no son los ladrillos, el cemento o la piedra, sino la gente que lo habita, que convive y comparte su fe. A algunos de ellos ya les ponéis cara, porque han aparecido por este blog, y a otros ya se la iréis poniendo, cuando aparezcan por aquí.
Espero que os guste.

4 de diciembre de 2009

Un Mango para el Coro "Mosaico" de Ferrol

Quiero enviar un mango en forma de vídeo musical a todos los niños y niñas, jóvenes y no tan jóvenes que forman parte del Coro Mosaico de Ferrol.
A lo largo de muchos años, vosotros, los que estáis ahora y los que habéis estado, pusisteis voz a las canciones que Alejandro y yo componíamos. Vosotros habéis dado vida a esas canciones y habéis hecho posible que las notas escritas en papel volaran a muchos rincones de la tierra, a muchos corazones. Yo he sido testigo de eso aquí en Santo Domingo, cuando al entrar en una librería religiosa comenzó a sonar el disco "Canta en Navidad" completo. Me hizo recordar muchos buenos momentos vividos, muchas horas de grabación, de auriculares y micrófonos.
En algún momento hemos compartido una canción de Maná y Juan Luis Guerra que se titula Bendita tu luz. Y eso es lo que yo os quiero decir: que habéis sido bendecidos por el Señor, que es la LUZ, y que benditos todos aquellos que os escuchen, porque estarán viendo a Dios a través de vosotros. Seguid siendo luz y vida a través de la música. Cuidad vuestras voces y cuidad a Mati y a todos los que dirigen el Coro porque ellos son antorchas que iluminan vuestro camino.
La canción dice:
bendita la coincidencia...
bendito el reloj que nos puso puntual ahí...
bendito, Dios, por encontrarnos en el camino.
Y eso es lo que os digo yo también, ¡qué suerte haberos encontrado y conocido!
Buen provecho:

2 de diciembre de 2009

No lo digo sólo yo

El sábado pasado estuve en la parroquia a la tarde-noche con un grupo de unos 25- 30 jóvenes de la parroquia, junto con mi hermano de comunidad Tomás, en un Karaoke, y los muchahos y muchahas iban escogiendo sus canciones: cantaban de todo, unas más conocidas, otras menos, unas más actuales, otras menos... Y en un momento varios pidieron cantar un tema de Juan Luis Guerra, que se llama "El costo de la vida", una bachata que sonó por primera vez en el año 1995 y que probablemete muchos de nosotros hemos oído y cantado en multitud de ocasiones.
Y cuando empecé a mirar la pantalla del Karaoke y me fijé detenidamente en la letra, fui comprobando cómo aquella canción tan conocida reflejaba y denunciaba algunas situaciones que se dan por aquí.
Ahora, después de haber mandado a primo Eduardo un mango amargo, de denuncia y crítica a los que se enriquecen en estas tierras a costa de los más pobres, os regalo esta canción de Juan Luis Guerra, para que comprobéis que lo que decía en el mango anterior no lo digo sólo yo, que no soy para nada original, y que desde que se publicó esta canción poco han cambiado las cosas, por desgracia.
Ojalá y alguien con más influencia que nosotros lea y aprenda algo de esta canción.
(Una aclaración para mangantes: el peso es la moneda oficial de República Dominicana)



El costo de la vida sube otra vez
el peso que baja, ya ni se ve
y las habichuelas no se pueden comer
ni una libra de arroz, ni una cuarta e café
a nadie le importa qué piensa usted
será porque aquí no hablamos inglés

Ah, ah es verdad
do you understand? Do you, do you?

Y la gasolina sube otra vez
el peso que baja, ya ni se ve
y la democracia no puede crecer
si la corrupción juega ajedrez
a nadie le importa qué piensa usted
será porque aquí no hablamos francés

Ah, ah vous parlez?
ah, ah non, Monsieur

Somos un agujero
en medio del mar y el cielo
quinientos años después
una raza encendida
negra, blanca y taína
¿pero quién descubrió a quién?

Ay, el costo e la vida
eh, ya ves, pa(ra) arriba tú ves
y el peso que baja
eh, ya ves, pobre ni se ve
y la medicina
eh, ya ves, camina al revés
aquí no se cura
eh, ya ves, ni un callo en el pie

Ay, ki-iki-iki
eh, ya ves, ay ki-iki-é
y ahora el desempleo
eh, ya ves, me mordió también
a nadie le importa, no
eh, ya ves, pues no hablamos inglés
ni a la Mitsubishi
eh, ya ves, ni a la Chevrolet

La corrupción pa-arriba
eh, ya ves, pa-rriba tú ves
y el peso que baja
eh, ya ves, pobre ni se ve
y la delincuencia
eh, ya ves, me pilló esta vez
aquí no se cura
eh, ya ves, ni un callo en el pie

Ay, ki-iki-iki
eh, ya ves, ay ki-iki-é
y ahora el desempleo
eh, ya ves, me mordió también
a nadie le importa, no
eh, ya ves, pues no hablamos inglés
ni a la Mitsubishi
eh, ya ves, ni a la Chevrolet

¡Oye!

La recesión pa-rriba
eh, ya ves, pa-rriba tú ves
y el peso que baja
eh, ya ves, pobre ni se ve
y la medicina
eh, ya ves, camina al revés
aquí no se cura
eh, ya ves, ni un callo en el pie

Ay, ki-iki-iki
eh, ya ves, ay ki-iki-é
y ahora el desempleo
eh, ya ves, me mordió también
a nadie le importa, no
eh, ya ves, pues no hablamos inglés
ni a la Mitsubishi
eh, ya ves, ni a la Chevrolet