29 de junio de 2013

Excusas y frenos


En el evangelio de este domingo, Jesús llama a tres personas a seguirle, pero todas ellas encuentran algún impedimento o excusa para seguir al Maestro: uno se preocupa por el lugar donde va a dormir, otro quiere ir a enterrar a su padre, y el otro debe despedirse primero de su familia.
Tres frenos que probablemente hizo que aquellas tres personas no le siguieran a Jesús.
Lo que les pide el Señor, en el fondo, es que sean valientes y arriesgados y que si quieren estar con Él deben dejar otras cuestiones.
Hoy Jesús sigue llamando, nos sigue llamando, y también nosotros encontramos excusas, razones para mirar hacia otro lado o seguirle a medias.
¿Cuáles son nuestros frenos? –Muchos.
A continuación les detallo alguna de las excusas y frenos que hoy hacen que muchas personas no sigan a Jesús. Algunas las decimos tal cual, y otras, las decimos con palabras similares:
  • -       No tengo tiempo.
  • -       La Iglesia está anticuada.
  • -       Llego cansado del trabajo.
  • -       Mucha gente de la Iglesia es incoherente: dicen una cosa y hacen otra.
  • -       Las Misas son siempre igual de monótonas y aburridas.
  • -       Los curas siempre cuentan el mismo rollo y no paran de hablar.
  • -       Tengo otras cosas que hacer.
  • -      
¿Yo también me dejo llevar por estas excusas?

25 de junio de 2013

Spot Promocional del Corito Chichigua

En el Corito Chichigua hemos hecho un video promocional para darnos a conocer y que la gente nos llame para realizar conciertos, presentaciones, misas y otros eventos. Aquí lo tienen, espero que les guste:



21 de junio de 2013

Ganadores y perdedores


Casi todas las semanas podemos ver por televisión algún partido de cualquier deporte. En unas ocasiones es el baloncesto, en otras es el beisbol, en otras el voleyball, el fútbol o el tenis. El caso es que si nos fijamos los deportistas están hechos para ganar, para ser los mejores y triunfar realizando aquel deporte que muchos de ellos practican desde pequeñitos.
Cuando ganan no hay problema, se sienten orgullosos, sonríen, levantan las manos en señal de victoria y dedican sus triunfos a todos sus seguidores. Además, saben que al día siguiente serán portada de todos los periódicos nacionales e internacionales, y que sus nombres serán grabados con letras de oro en la historia del deporte.
Pero cuando pierden cambian las cosas. Algunos hunden la cabeza, se quedan mudos y derraman lágrimas de frustración e impotencia. Saben que al día siguiente no saldrán en las portadas de los periódicos, y que, al no haber vencido, sus nombres no pasarán a la historia del deporte.
Pues bien, ante ese ambiente que se mueve en el deporte, y en algunas cosas más de la vida, viene Jesús y nos dice que el que quiera ganar debe perder. Sí, sí, que quien quiera triunfar en la vida y salvarse, debe perderse a sí mismo.
Y es que Jesús, una vez más, no sigue los esquemas del mundo. Resulta que en el Reino de Dios los que saldrán en los titulares serán los tristes, los pobres, los perdedores, los excluidos, los que no han tenido oportunidades en este mundo, los que son matados por defender el evangelio.
¿Quién quiere perder su vida y todas las cosas que tiene? ¿quién está dispuesto a renunciar a la comodidad? ¿quién está dispuesto a dar su vida por el evangelio? –Difícil, ¿verdad?
A los primeros discípulos les costó entenderlo. Y a nosotros, después de muchos siglos, nos cuesta entenderlo también. Quizá cuando estemos en el Reino de los cielos, podamos comprenderlo totalmente.

17 de junio de 2013

El Mirador Sur: una auténtica Parroquia


Ayer estuve dando un paseo por el Mirador Sur (para quien no lo conozca, es un parque de aquí de Santo Domingo). Iba con otro compañero y nos encontramos en un momento dado con un grupo de jóvenes, y mi compañero me dijo: "mira, esos son una pastoral juvenil de alguna parroquia". No sé si lo serían, pero lo parecían.
Al poco rato, y siguiendo con nuestra andadura vespertina, vimos tres o cuatro matrimonios, con sus respectivos hijos, reunidos bajo la sombra de un árbol. Y le dijo yo, medio en broma: "Mira, ahí están los de  la pastoral familiar". Nos reímos.
Seguimos dando pasos y nos encontramos con tres señoras que agarradas de la mano se veía que estaban orando. A un mismo tiempo dijimos: "Y esas son del grupo de oración de la parroquia".
No sé si todos los que vimos eran lo que parecían ser o era nuestra imaginación sacerdotal que nos hacía ver parroquianos por todos los sitios. El caso es que aquello, perdonen mi atrevimiento, parecía una auténtica parroquia.
Más allá de lo anecdótico me gustó ver aquellas escenas en donde la gente se reunía para compartir la vida con los amigos, con la familia; para expresar su fe, si es que lo estaban haciendo, en medio de la naturaleza; para encontrarse con uno mismo y desconectar de las cosas diarias.
mangantes, si algún día no son bien recibidos en su parroquia, se pueden ir al Mirador Sur, allí podrán encontrar otra parroquia.

14 de junio de 2013

Jesús tiene buen olfato




Jesús nos sorprende una y otra vez, a través de sus palabras, sus gestos y milagros.
En este domingo nos sorprende, porque de manera intuitiva descubre en una mujer algo que ninguno de los que estaban allí había podido ver.
La mujer que limpia los pies de Jesús con perfume, nos dice el Evangelio que era una pecadora. Probablemente se dedicaba a la prostitución o andaba con varios hombres al mismo tiempo. Eso estaba mal visto entonces como ahora. Todos la juzgan, la acusan, la miran mal (como ocurre ahora también). Pero ella, atrevida, se pone a limpiar los pies de Jesús con perfume. Y Jesús, con el buen olfato que le caracteriza para detectar pecadores, descubre el gesto precioso de aquella mujer que, con humildad, quiere agradar a Jesús y mostrarle su arrepentimiento.
Lo más valioso que tenía una “mujer de mala reputación” era el perfume con el que embriagaban a los hombres y los cautivaban. Y ahora es Jesús quien queda cautivado, pero no por el perfume, sino por los deseos de arrepentimiento de aquella mujer, por sus deseos de cambiar y empezar una nueva vida.
Ella se reconoce pecadora, pero quiere empezar de nuevo.
Los que por allí andaban sólo veían el pecado en ella, sin embargo Jesús ve su arrepentimiento.
Hermanos y hermanas, si somos pecadores, aprendamos a arrepentirnos y cambiar, como lo hizo aquella mujer. Dios está siempre de oferta y nos brinda el perdón.

Jesús tiene un olfato increíble para saber quién quiere arrepentirse de sus pecados. ¿Tenemos el perfume necesario para derramarlo sobre Jesús y que él nos perdone como perdonó a aquella mujer?

12 de junio de 2013

Soñamos...


Hoy es el Día Internacional contra el Trabajo Infantil, por eso transcribo el Manifiesto que los niños de la Fundación Niños Limpiabotas La Merced han realizado. En él expresan sus sueños y deseos:

Nosotros, los niños de la Fundación Niños Limpiabotas La Merced y nuestras familias:
Soñamos, sí, soñamos con los ojos bien abiertos porque queremos aprovechar todas las oportunidades que pasen por delante de nosotros.
Soñamos sabiendo que el rojo del amor, el verde de la esperanza, el amarillo de la alegría y el azul de la libertad darán un nuevo color a la humanidad.
Soñamos unidos a todos los niños y niñas del mundo que sufren explotación y son obligados a trabajar desde muy pequeños, sabiendo que ellos, como nosotros, podemos construir un mundo mejor para todos.
Soñamos que el día de mañana seremos ingenieros, secretarios, psicólogos, maestros, artistas o políticos que lucharemos también por los Derechos de la Niñez, como ahora otras personas están luchando por nosotros.
Soñamos con un país donde no haya niños pidiendo por las calles, menores limpiando zapatos o niñas explotadas sexualmente…
Soñamos que ustedes son capaces de descubrir todas las capacidades que hay dentro de nosotros.
Soñamos que la Fundación seguirá apostando por nosotros para que vivamos el presente con alegría y esperemos un futuro mejor.
Nosotros soñamos que “TODO ES DE TODOS”.

Y tú, ¿Por qué no sueñas con nosotros?

8 de junio de 2013

Soñamos...

Hoy hemos vivido en la Fundación Niños Limpiabotas La Merced una jornada muy linda, donde hemos salido a la calle y hemos organizado la 2ª Caminata contra el Trabajo Infantil 2013, con el lema "TODO ES DE TODOS". Hemos recorrido una de las avenidas principales de la ciudad (Avda. 27 de Febrero) y hemos denunciado la situación de injusticia que sufren los más pequeños en nuestro país. Como fruto de esa Caminata dos niños de la Fundación han leído un Manifiesto que hemos titulado: "Soñamos". Aquí pueden escucharlo, acompañado de algunas imágenes significativas de los niños, voluntarios y personas que colaboran con nuestra Fundación. Gracias a todos por hacer que estos niños tengan una infancia feliz y un futuro prometedor.

 

7 de junio de 2013

La Fundación Niños Limpiabotas La Merced también resucita niños, como Jesús


Este domingo, Jesús nos sorprende en el evangelio con la resurrección de un niño, el hijo de la viuda de Naín. Pero al mismo tiempo cura a su madre y la llena de vida.
A mí se me antoja que aquel milagro aún sigue estando muy presente cada día en nuestra comunidad. Sigue estando presente por la viuda de Naín y por el niño que resucita Jesús. Me explico.
Vemos continuamente cómo muchas madres se ven solas educando a sus hijos e hijas. Algunas veces porque el esposo ha fallecido, otras veces porque el padre se ha marchado de casa, y en otras ocasiones, incluso estando el padre, él huye de sus responsabilidades y deja toda el peso de la educación a la madre. Hay viudas de verdad y viudas por fuerza, que estando el esposo vivo, es como si estuviera muerto, y deben sacar adelante a sus hijos. La viuda de Naín queda feliz y dichosa porque Jesús ha atendido su dolor. También Jesús sigue atendiendo el dolor de tantas mujeres que hoy se sienten solas.
Y también se me antoja que aquel milagro se hace presente en tantos niños y niñas que mueren en nuestro mundo de forma injusta. Algunos mueren de verdad, pero hay otros que, aún estando en este mundo, es como si no existieran, como si fueran invisibles ante los ojos de la sociedad. Es el caso de muchos niños y niñas que sufren explotación laboral, que son obligados a trabajar, cuando ni siquiera saben contar y sumar el dinero que les van a dar por el trabajo que están realizando.
A cada rato vemos en nuestras calles niños a los que se les roba la infancia y se les obliga a hacer cosas de mayores. Y lo peor es que muchos miramos para otro lado y no vemos el dolor de sus miradas.
Sin embargo hay motivos para vivir con esperanza, sí, y precisamente en nuestra comunidad, donde la Fundación Niños Limpiabotas la Merced y todos los que colaboran con ella, descubren el dolor de muchos niños y hacen que ellos sean visibles a nuestros ojos, y que puedan resucitar a una vida nueva ofreciéndoles educación, alimentación, salud y unos espacios para jugar.

Jesús resucitó a aquel hijo de la viuda. Y hoy la Fundación está haciendo resucitar a más de 50 niños que ya ven el futuro con otro color. 

4 de junio de 2013

Una niña me hizo la homilía


A veces nos pasa a los sacerdotes -al menos a mí me pasa- que lee las lecturas del domingo y no sabe cómo orientar la homilía. En unas ocasiones es porque las lecturas son complicadas y uno no sabe por dónde salir, y en otras porque es tan rica la Palabra de Dios en contenido y se puede hablar de tantas cosas que uno debe seleccionar y saber bien qué es lo que va a decir.
Bueno, pues hace unas semanas estábamos celebrando el Solemnidad de la Santísima Trinidad y debía preparar la homilía para la Misa de los niños. Yo le daba vueltas y vueltas, sin saber exactamente qué camino tomar ni qué decir para que los niños entendieran un Misterio tan grande.
Cansado de buscar, me dije: "Dios me iluminará".
Comencé la homilía y le pregunté a la gente qué es lo que entendía ellos cuando hablábamos de la Santísima Trinidad, que qué era aquello del Padre, el Hijo y El Espíritu Santo. Después de escuchar varias ideas, pidió la palabra una niña de 7 años, y se acercó a mí con la idea de hablar por el micrófono y decir lo que pensaba. Le di la oportunidad, la niña tomó el micrófono con una mano y con la otra mano hizo la señal de la cruz, diciendo: "En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo... muah". Lanzó un beso tan sonoro que retumbó en toda la Iglesia y despertó el aplauso de la gente, emocionada ante esa niña que con un solo gesto había desentrañado todo el Misterio de la Trinidad y nos lo había hecho comprensible para todos: pequeños y grandes. Aquel día la homilía prácticamente acabó allí porque realmente eso es Dios: un Padre, que es Hijo y que es Espíritu al mismo tiempo, y nos regala su amor en forma de beso.
Hermanos sacerdotes, el día que alguno no sepa cómo orientar la homilía, llamen a un niño o una niña y ya ellos se encargarán e acercarnos a Dios y hacernos fácil lo difícil.