El sábado pasado estuve en la parroquia a la tarde-noche con un grupo de unos 25- 30 jóvenes de la parroquia, junto con mi hermano de comunidad Tomás, en un Karaoke, y los muchahos y muchahas iban escogiendo sus canciones: cantaban de todo, unas más conocidas, otras menos, unas más actuales, otras menos... Y en un momento varios pidieron cantar un tema de Juan Luis Guerra, que se llama "El costo de la vida", una bachata que sonó por primera vez en el año 1995 y que probablemete muchos de nosotros hemos oído y cantado en multitud de ocasiones.
Y cuando empecé a mirar la pantalla del Karaoke y me fijé detenidamente en la letra, fui comprobando cómo aquella canción tan conocida reflejaba y denunciaba algunas situaciones que se dan por aquí.
Ahora, después de haber mandado a primo Eduardo un mango amargo, de denuncia y crítica a los que se enriquecen en estas tierras a costa de los más pobres, os regalo esta canción de Juan Luis Guerra, para que comprobéis que lo que decía en el mango anterior no lo digo sólo yo, que no soy para nada original, y que desde que se publicó esta canción poco han cambiado las cosas, por desgracia.
Ojalá y alguien con más influencia que nosotros lea y aprenda algo de esta canción.
(Una aclaración para mangantes: el peso es la moneda oficial de República Dominicana)
El costo de la vida sube otra vez 
el peso que baja, ya ni se ve 
y las habichuelas no se pueden comer 
ni una libra de arroz, ni una cuarta e café 
a nadie le importa qué piensa usted 
será porque aquí no hablamos inglés 
Ah, ah es verdad 
do you understand? Do you, do you? 
Y la gasolina sube otra vez 
el peso que baja, ya ni se ve 
y la democracia no puede crecer 
si la corrupción juega ajedrez 
a nadie le importa qué piensa usted 
será porque aquí no hablamos francés 
Ah, ah vous parlez? 
ah, ah non, Monsieur 
Somos un agujero 
en medio del mar y el cielo 
quinientos años después 
una raza encendida 
negra, blanca y taína 
¿pero quién descubrió a quién? 
Ay, el costo e la vida 
eh, ya ves, pa(ra) arriba tú ves 
y el peso que baja 
eh, ya ves, pobre ni se ve 
y la medicina 
eh, ya ves, camina al revés 
aquí no se cura 
eh, ya ves, ni un callo en el pie 
Ay, ki-iki-iki 
eh, ya ves, ay ki-iki-é 
y ahora el desempleo 
eh, ya ves, me mordió también 
a nadie le importa, no 
eh, ya ves, pues no hablamos inglés 
ni a la Mitsubishi 
eh, ya ves, ni a la Chevrolet
La corrupción pa-arriba 
eh, ya ves, pa-rriba tú ves 
y el peso que baja 
eh, ya ves, pobre ni se ve 
y la delincuencia 
eh, ya ves, me pilló esta vez 
aquí no se cura 
eh, ya ves, ni un callo en el pie 
Ay, ki-iki-iki 
eh, ya ves, ay ki-iki-é 
y ahora el desempleo 
eh, ya ves, me mordió también 
a nadie le importa, no 
eh, ya ves, pues no hablamos inglés 
ni a la Mitsubishi 
eh, ya ves, ni a la Chevrolet 
¡Oye!
La recesión pa-rriba 
eh, ya ves, pa-rriba tú ves 
y el peso que baja 
eh, ya ves, pobre ni se ve 
y la medicina 
eh, ya ves, camina al revés 
aquí no se cura 
eh, ya ves, ni un callo en el pie 
Ay, ki-iki-iki 
eh, ya ves, ay ki-iki-é 
y ahora el desempleo 
eh, ya ves, me mordió también 
a nadie le importa, no 
eh, ya ves, pues no hablamos inglés 
ni a la Mitsubishi 
eh, ya ves, ni a la Chevrolet
Hola Padre.
ResponderEliminarPues no tengo, mas que quitar la K, y poner mi nombre, en el comentario que ha dejado, en el anterior mango. Lo ha dicho todo, lo ha expresado muy bien y poco mas hay que añadir. Me uno a todas y cada una de sus impresionantes palabras. Suerte, abrazos y esperanza.