27 de julio de 2012

El verdadero pan


     Llevo ya unos días por España, en mi tierra querida manchega, y uno no para de oír quejas y lamentos porque "aquí la cosa está muy mal". Es cierto que la cosa está mal, muy mal, y cuando se dice "cosa" nos referimos a la economía, al dinero... Hay mucho paro, muchas familias están pasando hambre, hay poco trabajo y el poco que hay está mal pagado. Muchas familias tienen hipotecadas sus casas, sus carros, sus fincas, etc... ¿Y todo eso por qué? -Según mi humilde opinión (no soy economista ni banquero), porque cuando ha habido abundancia no se ha sabido administrar bien, se ha vivido por encima de las posibilidades de cada familia.
     Ahora toca ajustarse el cinturón y vivir más apretados, económicamente hablando.
     Hasta ahí hablamos del pan de cada día, ese pan que alimenta el cuerpo, pero ¿y qué ocurre con el otro pan, el pan del cielo que da la vida al mundo, del que nos habla el evangelio de este domingo? ¿por qué nadie habla de esa crisis?
     Desde hace unos años se detecta en la sociedad española un alejamiento progresivo de los valores del evangelio, se vive al margen de lo que Jesús nos enseña en su Palabra. Lo único que interesa es vivir la vida, disfrutar y derrochar el dinero para tener una vida cómoda y placentera. Llenarse y llenarse de cosas, para quedar, en el fondo, vacíos. Unido a eso se da una desconexión tremenda entre los que guían los destinos de la Iglesia y la realidad de la gente sencilla, lo que lleva a un distanciamiento de las familias, de los niños y los jóvenes de todo lo que tiene que ver con la Iglesia. ¿Por qué nuestras iglesias se vacían de niños y jóvenes? Algo está fallando.
     ¿Qué nos está pasando? Por un lado la sociedad se aleja de Dios y no quiere saborear el pan del cielo, y al mismo tiempo los que estamos dentro de la Iglesia no acertamos a ofrecer ese rico pan a otros para que lo prueben y lo saboreen. Toca vivir momentos de hambre, pero hambre de Dios, por no saber alimentarnos bien de Él.
     Pido en este día por aquellos que están pasando hambre, familias con hijos que no tienen el pan de cada día y están desesperados.
     Pido en este día por aquellos que están pasando hambre de Dios, que no acogen el pan del cielo que Dios les da. Por cierto, ¡qué rico está!

2 comentarios:

  1. Santi,
    has dado en el clavo... en España las cosas están muy mal económica y religiosamente... la sociedad española ha fundido todo el dinero que no tenía y se aleja constantemente de los curas (que no tengo tan claro que se alejen de Dios), ¿y por qué? pues sí, porque en parte las cosas han ido muy bien en lo material y no se "necesita" a Dios, pero voy a ir un poco más allá, te voy a contar mi caso, que lo conoces bien, y es de lo que puedo hablar sabiendo lo que digo, todo lo demás, son suposiciones... Me "alejo de Dios" porque no me siento identificado con los "dirigentes" católicos, con los "frikis" católicos (que también los hay y parece que son los únicos que van a quedar en la polarización de la sociedad), con el "carisma" que está "abundando" en el catolicismo de España, porque se mezcla demasiado política y religión, porque el que el que "come pez" menosprecia al que "lleva babuchas" (y yo creo que no hay tantas diferencias), porque muchos de los que son así piensan que con rezar no es necesario dar con el mazo, y si creen que es necesario dar con el mazo, que dé otro... Es decir, falta coherencia, y por tanto, integridad... Dios se lleva en el comportamiento del día a día con uno mismo y con los demás, y se "viste" en las formas y en lo que manda el Vaticano... pero me consuela que Jesús se saltase todas las normas...

    Me siento afortunado porque "la vida me va bien", como a la hormiga que compartía protagonismo en la fábula que todos sabemos, pero he intentado poner los medios para ello tomando como ejemplo a mis padres, a mis abuelo, teniendo claro que hay que trabajar y que la vida no es cuestión de bulerías... Y también he de admitir que me siento muy afortunado de haber conocido a monjas y frailes mercedarios, porque usáis el mazo, porque tenéis los pies en la tierra, porque estáis ahí cuando se os necesita y comprendéis situaciones que otros desprecian y critican, porque tenéis humildad, y aún sabiéndoos en posesión de la verdad, dejáis que existan otras "verdades" poniéndoos en el lugar del otro... es decir, hacéis un uso verdadero del Evangelio... Cuando no quede nada de esto en La Merced, cuando la "tirita" y el latín sea vuestros "símbolo", tampoco me sentiré mercedario... pero si bajase Jesucristo, quizá, sólo quizá, diga que estoy mucho más cerca de Dios... junto con tantos otros a los que la "Iglesia" ha expulsado después de haber ensalzado...

    Un abrazo a todos los Mercedarios, y por extensión, a todos los mangantes, un abrazo a todos los que no creen en Dios a los que comprendo perfectamente, un abrazo a los que creen en otro Dios (que me da que es el mismo), un abrazo a los que se sienten como yo, un abrazo a todos, salvo para los que no lo quieran, y no porque no quiera dar el abrazo, sino porque no quiero incomodarlos.

    ResponderEliminar
  2. Buena reflexión, comparto contigo lo que dices y te comprendo. Sigamos confiando en Dios, Él es el que sabe y nos puede ayudar a tener el pan de la tierra y el pan del cielo. Mientras tanto sigamos dando con el "mazo del amor" que es el que cambia el mundo verdaderamente

    ResponderEliminar