21 de mayo de 2010

¿Hablamos de Primeras Comuniones o de otras cosas?

Cuentan que en una ocasión, un sacerdote joven llegó a una parroquia, y, sin haberle dado tiempo aún a tomar contacto con la realidad de dicha parroquia, en Noviembre un grupo de madres (y algún padre) vinieron preocupadísimas (y preocupadísimos) a hablar con él porque aún no habían dado las fechas de las Primeras Comuniones. Andaban las familias nerviosas porque se iban a quedar sin el restaurante que ofrecía mejores servicios: buen menú, con animación y juegos para los niños, con tarta de Comunión... Aquel sacerdote miró a aquellas familias con incredulidad y les dijo: "deberían estar más preocupadas (y preocupados) por otras cosas más importantes y pensar más en lo que sus hijos e hijas van a recibir".
He estado durante diez años en dos parroquias y era una pena ver cómo muchas familias se desvivían tanto por encontrar un buen restaurante, por comprar el traje de marinerito al niño o el traje de mini-novia a la niña, por los regalos que su hijo iba a recibir o de las fotografías, que olvidaban lo verdaderamente importante. No eran todas las familias así, evidentemente, había otras que sí eran conscientes del paso en la fe que daban sus hijos y de lo que eso suponía para ellos también.
Donde vivo ahora aún no hemos puesto las fechas de las Primeras Comuniones, y se supone que no serán después de Junio. Y lo que más me sorprende es que nadie ha venido a quejarse o protestar.
Y yo me pregunto:
¿es que aquí no buscan un restaurante para el banquete?
¿es que aquí no vienen con traje los niños y las niñas?
¿es que aquí no se preocupan de tener un buen fotógrafo que les haga un reportaje espectacular?
¿es que aquí no hay que comprar los regalos para esos niños que hacen la Primera Comunión?
La verdad es que no sé la respuesta a esas preguntas, cuando viva esas celebraciones podré responder. Pero desde luego, la sensación que tengo a estas alturas es que le dan más importancia al sacramento en sí que a todos los accesorios que distraen la atención del niño y de la familia. Probablemente, las posibilidades económicas de la gente de mi parroquia ayude a que lo vivan de otra manera, y no se distraigan con esos accesorios inútiles y absurdos. 
En aquel lado del charco y en éste, gracias a Dios, aún existen familias que viven este Sacramento de la Primera Eucaristía de sus hijos con autenticidad. Para todas esas familias mi felicitación, porque rompen moldes, y no se dejan llevar por la moda de esas Primeras Comuniones sin sentido.

2 comentarios:

  1. Hola Padre.
    Pues es triste pero es así. A mi que ahora me toca, he podido comprobar que en la mayoria de los casos, tristemente es tal y como lo cuentas.
    He podido ver, como al poco de saber las fechas de la comunión que a nostros nos correspondia, al primer fin de semana siguiente, algunas personas ya tenían el restaurante o el lugar de la fiesta. He podido ver como te comentaban que ya habían empezado a ver los trajes, cuando aún no habían llegado a las tiendas o se preocupaban por el regalo o... Y no daban importancia alguna a lo que de verdad se celebra, para muchos estos dos años de catequesis, no había dejado de ser una actividad más en la que los niños estaban "colocados", como en alguna ocasion escuche.
    No digo, que en una celebración importante como es recibir a Jesús, la gente se coloque sus mejores galas o preparen un buen menú. Pero no es lo más importante. Hay que sentir cual es el motivo principal a celebrar. Al igual que en parabola del hijo prodigo, en la que se celebraba el regreso del hijo, celebremos de corazon, que nuestros hijos HAN RECIBIDO A JESUS, y como bien decías en el penultimo mango, que ellos sean capaces de transmitir esa sonrisa, esa alegria de haberle Recibido y sobre todo, que no acaba todo ese Domingo.
    El próximo domingo, me pondre la corbata, que nunca llevo y con enorme alegria y emoción llevaré a mi hija a nuestra parroquia y compartiré la gran ilusión que tiene mi hija por recibir a su nuevo amigo Jesús, y todo esto me llenará de gozo, porque yo, gracias a muchas personas y en especial a mi hija, cada día siento mucho más cerca a Jesús.
    Yo tambien deseo que todos los niños y niñas disfruten de este día tan especial, por lo que van a recibir a la una de la tarde, no por lo que vayan a recibir, después de comer. Que sientan sus ropas como esa prenda especial con la que van a recibir a Jesús. Que disfruten de esa fiesta, porque estan contentos de haber recibido a Jesús y sobre todo que ya que la mayoria de ellos van a tener todo esto, se acuerden mucho de los que no lo tienen y lo compartan.
    Fdo.: Un padre de comunión

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  2. MMM en verdad que es interesante notar como la economia influye hasta en la devocion de los individuos. Lamentablemente, aka vivimos un poco diferentes que en su parroquia. Por desgracia, la mayoria se preocupan mas por lo estetico y las fotos, que por el mismo Cristo que se le entrega por primera vez a esa personita.

    Bendiciones colega, un gusto visitar tu pagina

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