Quería enviarte un mango porque llevas mucho tiempo metido en tareas pastorales y ya sea en parroquias o en colegios son muchas las experiencias que has ido acumulando al respecto; y supongo que coincidirás conmigo en que, por desgracia, en España vamos viendo cómo la gente poco a poco se va alejando de las Iglesias, de las parroquias y de todo lo que huele a Dios; es una pena, pero es la realidad. Tenemos que inventar la pólvora para convocar a la gente y llevarla a Dios. Es cierto que aún son muchos los que están al pie del cañón, pero el número de creyentes comprometidos ha bajado considerablemente. También puede ser que esta bajada del número ayude a un aumento de la calidad. Ojalá.
Y cuando uno empieza a tener otro tipo de experiencias por estas tierras surgen, casi sin quererlo, las comparaciones... Pero, creo, sinceramente, que no es mejor aquello o esto, simplemente son realidades diferentes, circunstancias distintas que hacen que la gente dé mayor o menor importancia a las cosas de Dios.
No me imagino este tipo de cosas en España, entre otros motivos, porque en seguida te vienen los de Sanidad y te piden el carnet de Manipulador de Alimentos y ahí es donde le ponen una multa al Párroco y se acaba toda la familiaridad y el encuentro entre los parroquianos.
Bueno, Fernando, si algún día vienes por aquí, estás invitado a un aperitivo en el Desayuno Parroquial.
Un abrazo y adelante. Es tiempo de sembrar...
Fdo.: El Mayor Mangante
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