26 de mayo de 2011

No permanecemos en el amor cuando...


Hoy he estado junto a Corina, Lety y Pabel, en Radio ABC, la radio católica del país, para celebrar la Eucaristía y compartir con los oyentes la Palabra de Dios y el Pan de Cristo.
A propósito del Evangelio de hoy he hecho esta reflexión u homilía que quizá a ti, que no has escuchado la celebración por la radio, también te puede interesar:

     En el Evangelio de este día, Jesús nos dice claramente que permanezcamos en el amor de Dios, porque sólo así podemos alcanzar la felicidad y la alegría plena. Todos los cristianos deseamos vivir en ese amor de Dios, pero algunas veces nos desviamos, nos distanciamos de ese compromiso. He aquí algunas circunstancias o situaciones en las que no permanecemos en su amor:
          - No permanecemos en el amor de Dios, cuando el Gobierno no destina el 4% para Educación.
          - No permanecemos en el amor de Dios, cuando no respetamos los derechos del niño y permitimos que nuestras calles estén llenas de niños limpiabotas, canillitas, limpiavidrios…
          - No permanecemos en el amor de Dios, cuando conocemos mujeres que son maltratadas por sus esposos y no lo denunciamos.
          - No permanecemos en el amor de Dios, cuando miramos con aire de superioridad a los haitianos y les damos los peores trabajos, los más duros, los más humillantes, los que nadie quiere…
          - No permanecemos en el amor de Dios, cuando tiramos la basura al piso y las autoridades, además, no limpian las calles.
          - No permanecemos en el amor de Dios, cuando tenemos una empresa y no damos salarios dignos a nuestros trabajadores, les hacemos trabajar más horas de lo establecido o no les permitimos que desarrollen ese trabajo en buenas condiciones.
          - No permanecemos en el amor de Dios, cuando ponemos las bocinas del carro a todo volumen, o cuando ponemos la música del colmado al máximo, haciendo que nuestros vecinos no puedan dormir.
          - No permanecemos en el amor de Dios, cuando vamos manejando y no respetamos las normas de tráfico, o insultamos a las personas que van en otros carros porque manejan mal.
          - No permanecemos en el amor de Dios, cuando despreciamos a alguien porque es de otra religión, de otra fe cristiana, o simplemente es ateo.
          - No permanecemos en el amor de Dios, cuando robamos la luz de la calle y no la pagamos.
          - No permanecemos en el amor de Dios, cuando nuestras autoridades permiten que sólo los que tienen dinero puedan acceder a buenos tratamientos médicos, mientras los pobres tienen que mendigar el derecho universal a ser atendidos en situación de enfermedad.
          - No permanecemos en el amor de Dios, cuando el Gobierno da puestos de trabajo a los amigos y allegados del partido, y favorece solamente a los que quiere.
          - No permanecemos en el amor de Dios, cuando apoyamos a políticos corruptos que emplean el dinero en sus propios caprichos, olvidándose que están para servir al pueblo y no servirse sólo a ellos mismos.
          - No permanecemos en el amor de Dios cuando el Gobierno corta la luz y no permite que el pueblo pueda disfrutar de ese derecho todo el día.

     Sólo hay una forma de permanecer en el amor de Dios y ser enteramente y eternamente felices; y es vivir como vivió Jesús, actuar como actuó Jesús y ser como fue Jesús. El que tenga oídos, que oiga.

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