Manguillo: Mango, hoy he estado paseando por las calles de Santo Domingo y me fui fijando en los rostros de la gente que me encontraba, y la mayoría estaban tristes... Después de un buen rato, me atreví a preguntarle a un señor que por qué estaba triste, y me respondió que era por culpa de la crisis económica. Más adelante le pregunte a otra señora y me respondió lo mismo, y así otro más y otro... Y yo te pregunto, Mango: ¿Por qué están tan afectados por esa dichosa crisis?
Mango: Muy fácil, Manguillo, porque no han sabido poner su corazón en lo verdaderamente importante. Cuando tú te llenas el bolsillo de dinero, más tarde o más temprano el dinero te traiciona y se va.
Cuando tú te llenas el bolsillo de Dios nunca se va de tu lado, siempre te acompaña y no te sientes solo. Así que elige: o llenarte de dinero o llenarte de Dios.
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