7 de abril de 2012

Pero... si está vivo

     Pero… si está vivo. Seguro que eso lo estuvieron repitiendo los discípulos de Jesús durante días, meses y años. Su asombro, su sorpresa porque Jesús, aunque había muerto estaba vivo, era grandísima.
     Nosotros podemos seguir diciendo lo mismo en nuestros días, cuando descubrimos y contemplamos algunas situaciones:
  • "Pero… si está vivo" podemos decir cuando alguien que está enfermo lleva su enfermedad y dolencia con esperanza, con alegría.
  • "Pero… si está vivo" podemos decir cuando un muchacho que estaba en el mundo de la droga se ha rehabilitado y lleva ya una vida normal.
  • "Pero… si está vivo" podemos decir cuando vemos a una mujer que le ha dejado su esposo con 4, 5 ó 6 niños; y ella con dignidad, con entrega y alegría saca hacia adelante a sus hijos.
  • "Pero… si está vivo" podemos decir cuando dos personas que hacía tiempo no se hablaban deciden reconciliarse y perdonarse mutuamente.
  • "Pero… si está vivo" podemos decir cuando las familias traen a sus hijos a la Iglesia para ser bautizados y recibir los demás sacramentos.
  • "Pero… si está vivo" podemos decir cuando contemplamos muchas religiosas y religiosos que ponen en marcha multitud de centros médicos, hospitales, residencias de mayores, colegios o centros de acogida allá donde el Gobierno no puede o no quiere llegar.
  • "Pero… si está vivo" podemos decir cuando algunas personas abandonan su casa, sus comodidades, sus lujos para entregar su vida por el evangelio en su tierra o en otros lugares del mundo.
  • "Pero… si está vivo" podemos decir cuando…
     Seguro que tú también te has dado cuenta que está vivo. Sólo es cuestión de saber mirar de otra manera. Ponte las lentes de la resurrección, ponte las lentes de la vida.

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