16 de octubre de 2010

Un mango para mi hermano Eduardo

     Hola, Edu, creo que eres el único que quedaba de la familia por enviarle un Mango... Pero no por venir más tarde significa que sea menos importante.
     Hace unos días estuvimos hablando por teléfono y me contabas que en 3º de carrera empiezas a notar que el nivel de exigencia crece, que los profesores se ponen más serios y que la cosa se pone más cuesta arriba.
     Después yo estuve pensando y me dije: "¡qué suerte tiene mi hermano!". Y te explico por qué.
     Desde que estoy por aquí, me llegan muchas situaciones que viven los universitarios en este país. Te cuento algunas:
  • En las aulas donde caben 50 personas meten 100 alumnos, lo que provoca que los que llegan los últimos tengan que seguir la clase desde la ventana o el pasillo.
  • La mayoría de los estudiantes trabajan y estudian al mismo tiempo. Si van a la universidad por la mañana, trabajan por la tarde; si van a la universidad por la tarde, trabajan por la mañana. La razón es que con los recursos económicos de la familia difícilmente pueden pagarse la matrícula. Y dirás tú, que pidan una Beca al Estado. ¿Y sabes lo que te digo? -Me parto de risa.
  • La mayoría de las casas no reúnen las condiciones para que un estudiante pueda estudiar y concentrarse: el nivel de ruido a veces es infernal; la luz se va cada poco tiempo, y algunos no tienen inversor para generar energía.
  • Muchos profesores universitarios cobran una miseria, por lo que la motivación y el incentivo de ellos es muy baja.
     Podría seguir contándote más cosas, Edu, pero creo que con eso te puedes hacer una idea más o menos de cómo anda la Universidad por estos lares, y por qué te digo que tienes suerte.
     Me hace gracia ver, y tú lo conoces mejor que yo, que en España muchos universitarios pueden y no quieren, mientras que aquí quieren y no pueden. Aprovecha todas las oportunidades que tienes, y recuerda que no todo el mundo tiene la misma suerte.
     Da gracias porque a tus casi 20 años estás teniendo muchas oportunidades, o al menos muchas más que la gran mayoría de los jóvenes de tu edad.
     Bueno, hermano pequeño, o no tan pequeño, espero que el conocer la realidad que aquí viven otros jóvenes universitarios te ayude a valorar lo que tienes.
     Un abrazo grande de tu hermano grande.

No hay comentarios:

Publicar un comentario